Un año más la cifra de desplazados y refugiados en el mundo sigue creciendo. Según la Agencia para los Refugiados de Naciones Unidas – ACNUR – ya son más de 84 millones las personas que, a causa de la violencia, la desigualdad o el cambio climático han huido de sus hogares para poder sobrevivir.
Sin datos cerrados a fecha de diciembre, en julio ya había 1,6 millones más que en 2020. Y la tendencia parece augurar que seguirá creciendo. Afganistán, Siria, Sudán del Sur, Myanmar y Venezuela son los países de origen de más de dos tercios de todas las personas refugiadas, pero también países como Bangladesh, Etiopía, Kenia o Palestina sufren en la actualidad fuertes desplazamientos de población.
Muchas de estas personas han huido de la noche a la mañana, sin apenas pertenencias. El invierno arrecia en muchos de los países que les acogen y las condiciones de habitabilidad, a pesar de los esfuerzos de las ONG y organismos internacionales, no son dignas. Las lonas y las mantas escasean, albergues o tiendas de campaña sin calefacción, prendas mojadas
En nuestro continente, a nuestro lado, miles de migrantes esperarán durante años la tramitación de su condición de refugiados en los campos de contención que habilita Europa, en ciudades como Lesbos o Calais. Pero son otros países los que asumen la mayor presión migratoria, Turquía o Pakistán entre ellos.
¿Te imaginas ser un niño en esta situación? ¿Pasar la Navidad lejos de tu hogar, bajo el frío?
Aproximadamente la mitad de los refugiados del mundo son menores. Gran parte de ellos no conocen otra realidad que la huida, la llegada a países desconocidos, la vida en sitios ajenos, precarios, el recelo de sus nuevos vecinos que los miran con desconfianza. El temor a tener que volver que partir, a no tener nada.
Afganistán. Emergencia humanitaria.
En 2021 en Global Humanitaria hemos volcado esfuerzos para paliar la dramática situación que están viviendo las personas afganas. Acnur afirma que este año en el país ha habido más de medio millón de desplazados internos que se suman a los 3,3 millones que previamente vivían en esta situación. Mientras, Irán y Pakistán acogen ya a 2,2 millones de afganos y en este año su capacidad de atención se está viendo desbordada.
En Pakistán, el 69% de los refugiados viven en asentamientos urbanos y rurales junto a las comunidades de acogida pakistaní y hasta ahora podían beneficiarse por igual de los servicios públicos de educación y salud a pesar de las evidentes necesidades y carencias del sistema en recursos e infraestructuras. Pero, actualmente, las restricciones de entrada que está implementando el país hace aumentar cada día el número de refugiados no censados y por lo tanto indocumentados y con peores condiciones de habitabilidad o acceso al derecho a la salud o a la educación.
Allí, junto con la Organización Internacional de Derechos Humanos de Pakistán (PIHRO) hemos identificado un asentamiento de población refugiada en la provincia Jaiber Pastunjuá, en la frontera con Afganistán, para actuar a favor de la asistencia sanitaria de las familias afganas establecidas en el área de Mansehra.
El centro de salud de Phulra en el distrito de Mansehra, es el único al que pueden acceder las personas desplazadas por esta crisis en esa zona. Pero necesitan ayuda para atender en condiciones dignas a las más de 700 mujeres que cada año dan a luz allí.
Ayúdales. Súmate al latido de Global.