No había duda, mi pelo era lo suficientemente largo como para donarlo a cualquiera de esas organizaciones. Al final me decidí por la que más me conmovió en aquel momento: “Little Princess Trust“, una organización que se encuentra en UK (donde vivía en aquel momento) y que se encarga de donar pelucas de pelo natural a niños con cáncer.
Así que lo hice, corté 23 centímetros de pelo sano y ese mismo día lo envié por correo. La parte graciosa y a la vez incómoda de la historia, fue cuando estando en la oficina de correos, el chico que me atendió me preguntó qué había dentro del sobre… supongo que escuchar que alguien esta enviando pelo por correo, no es algo de todos los días.
Fue tan grande la satisfacción que esa pequeña acción me hizo sentir, que en el momento lo decidí, de ahora en adelante, quiero donar mi pelo a alguien con cáncer. Si eres visitante asiduo de mi blog, habrás notado que me siento bastante conmovida y cercana a ello, ya que todas las personas que he perdido en mi familia, se las ha llevado el cáncer, incluyendo mi papá hace 2 años.
Desde ese entonces el plan ha sido dejarme crecer el pelo y hacer donaciones cada 2 años más o menos, y la mejor parte es que David decidió hacer lo mismo. A él aún le falta que el pelo le crezca un poco más…
Han pasado 19 meses y ambos nos hemos estado dejando crecer el pelo. Hace unos días me di cuenta de que mi melena estaba lo suficientemente larga como para hacer otra donación, por eso decidí nuevamente ponerme manos a la obra…
Ya ves, fue muy muy fácil. Solo me tuve que hacer dos colitas, cortar, emparejar y enviar.
Esos son unos 24 centímetros más de pelo bueno listo para ser donado. Aún conservo mis dreads en la parte de atrás del cuello y sin planes de quitármelos.
En esta segunda oportunidad, hice la donación para “Mechones Solidarios“, una asociación sin ánimos de lucro que entrega pelucas de pelo natural de forma gratuita a mujeres y niñas de bajos recursos afectadas por el cáncer.
¡Sí! yo dono mi pelo, pelo que para mi no es más que un accesorio pero que para otros simboliza salud y bienestar. Es una forma de hacer a una persona enferma, inmensamente feliz, de devolverles un poquito de la esperanza y alegría que tanto necesitan.
El pelo crece y en cierto modo es como la ropa, no importa lo que te pongas, eso no cambia quién eres tú como persona. No necesitas afeitarte la cabeza, basta con que cortes el largo mínimo requerido por la asociación de tu preferencia, incluso, simultáneamente a esto puedes recolectar dinero para la causa.
Cambiar de look de vez en cuando es divertido y este es el tipo de acciones que son contagiosas entre amigos y familia. Te animo a que hagas lo mismo, te juro que es una acción extremadamente gratificante de la que no te vas a arrepentir, al contrario, vas a querer repetir.
Y tú ¿te apuntas a esta bonita causa? ¡Te espero en los comentarios!