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Típicamente todo comienzo viene con un gran chute de motivación, pero ante el más mínimo altibajo que se nos presenta… ¡adiós motivación! No te voy a mentir, crear nuevos hábitos – o romper los anteriores – puede ser muy difícil y requiere un gran nivel de compromiso. No es algo que se logre de la noche a la mañana, especialmente si tomamos que lo que somos hoy, es la consecuencia de nuestros hábitos en un largo período de tiempo. Pero como todo lo bueno de la vida ¡hay que trabajar duro para conseguirlo! y la recompensa ¡no tiene precio!
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Así que acá te quiero compartir algunos tips para crear hábitos saludables y que perduren a lo largo del tiempo:
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Entiende que depende de ti
Construir nuevos hábitos saludables es algo que se logra poco a poco y con constancia. Plantéate cuáles son tus objetivos de forma muy específica y así podrás trabajar en función de eso, la idea es que tus nuevos hábitos sean una consecuencia de ello.Piensa en ti como en una persona sana, feliz, activa (aunque aún no sea del todo cierto) y comienza a tomar decisiones y acciones acorde con ello. No esperes a que tu vida mejore para quererte y tratarte bien, empieza ahora. Todos los cambios que hagas, hazlos porque te quieres, por honrar a tu cuerpo, por tu salud y por tu bienestar.
Comienza de a poquito
Tener objetivos demasiado grandes o irrealistas pueden hacerte perder la motivación porque no están tan al alcance, así que mejor comenzar con algo más pequeño. Comenzar es lo más importante porque a partir de ahí vamos ganando la motivación que nos va a servir como impulso para lograr prácticamente cualquier meta. Por ejemplo, de vez de pensar en correr una maratón, comienza con metas más pequeñas – y realistas – que te permitan ir escalando, así que tu primera 3k puede ser un buen comienzo.Establecer metas poco realistas puede llevarnos al abandono y esa no es la idea, lo mejor es pensar en algo que sea desafiante pero realizable. Y sobretodo, nunca pienses que tiene que ser “todo o nada”.
Créate una rutina
No digas cosas como “voy a hacer más ejercicio” o “voy a comer más sano”, más bien, procura ser super específico. Hazte un calendario donde se especifique tus nuevos hábitos saludables. Sí, lo sé… a veces da un poco de pereza, pero ver por escrito lo que tienes que hacer, disminuye enormemente las probabilidades de fallar.Puedes anotar: ¿Qué voy a hacer? ¿cuándo? ¿por cuánto tiempo? ¿dónde? (déjalo en un lugar visible donde ¡a juro! lo tengas que ver.
Por ejemplo, si vas a comenzar a correr, puedes tener algo así: “Todos los lunes y jueves a las 7 am, correr 15 minutos en el parque de la esquina”.
En el caso de las comidas, para comer más sano, puedes hacerte un plan de comidas para la semana y hacer una lista de compra.
Trata de enfocarte en cumplir con esas nuevas rutinas y no necesariamente en hacerlo maravillosamente bien. Créeme, las mejoras vendrán solitas como consecuencia de la perseverancia. Es normal que haya días en que nos descarrilamos y ¡está bien! es parte de la vida. Lo importante es no perder la rutina.
Reemplaza viejos hábitos por nuevos hábitos
Trata de ser consciente de qué es lo que está ocasionando alguno de esos hábitos no deseados y detente a pensar qué puedes hacer para para cambiar ese comportamiento autodestructivo por uno más beneficioso.Si después de un largo día de trabajo llegas a casa estresado, abriendo el congelador para sacar un helado como recompensa con la excusa de: “fue un día difícil, me lo merezco”, trata más bien de buscar un actividad – así sea por 5 minutos – que te ayude a liberar el estrés y mejorar tu estado de ánimo. Date una ducha, estírate, juega con tu perro, medita, toma un poco de aire fresco, haz 5 minutos de ejercicio, sal a caminar…
Identifica qué es lo que desencadena tus malos hábitos y poco a poco, aprende a desplazarlos por otros hábitos más saludables que sí añadan a tu calidad de vida.
Prepárate para el éxito
Hay muchas maneras de hacer esto, yo me inclino a pensar que el cómo hacerlo depende mucho de la personalidad de cada quién, pero te cuento algunas ideas:Elimina tentaciones que puedan contribuir a que te descarriles. Por ejemplo, si quieres comer más saludable, pero tienes la despensa llena de comida chatarra, obviamente va a ser más difícil. Deshazte de esa comida chatarra (regálala o llévala a una fiesta, para compartir) y reemplaza por alimentos más sanos.
Escribe notas con mensajes que reafirmen tus nuevos hábitos y metas. Sé que esto puede resultar muy “hippie” para algunos pero te puedo asegurar que ¡a mí me funciona! La idea es que sirvan como un empujoncito extra de motivación, como un recordatorio. Por ejemplo: “comer saludable me ayuda a tener muy buena salud” o “salir a correr me hace sentir más fuerte”, “ir al trabajo en bici me ayudará a tener el cuerpo de mis sueños”.
Deja todo muy visible. Y es que nuestra rutina se compone muy fácilmente de lo que vemos, entonces por ejemplo: si planeas salir a correr, deja tus zapatos deportivos es un lugar muy visible o que ¡a juro! te tropieces con ellos.
Para comer más frutas, déjalas en un lugar visible, ya limpias y listas para comer al momento de un antojo.
En verdad hay muchas maneras creativas para lograr exitosamente mantenerse en esa nueva rutina, lo importante es comenzar.
¿Cuál es el hábito no deseado que estás buscando reemplazar? ¿Cuál de estos consejos te fue más útil? cuéntamelo en los comentarios