Guatemala, cuando el confinamiento agrava la pobreza

Las familias se rinden ante la crisis del coronavirus para pedir alimentos, mientras el gobierno dice que la ayuda llega a los más necesitados. Una bandera blanca o roja colocada fuera de una casa se ha convertido en la señal de la carencia extrema, situación que, quizá permanecía antes de la emergencia por coronavirus, pero el colapso económico a escala nacional lo expuso y obligó a cientos de familias a pedir ayuda.. De ahi que nuestro equipo trabaja la idea de entregar bolsas de alimentos en coordinación con Municipalidades a nuestras comunidades beneficiarias más necesitadas, tomando como prioritarias aquellas que no cuentan con niños en escuelas y que no están recibiendo ningún tipo de ayuda. En castellano y en Qeqchí son las cuñas de radio que ya estamos difundiendo sobre medidas de prevención de covid-19 para llegar a las comunidades indígenas del Petén con las que trabajamos. Con más de 500 casos, el problema sigue siendo el sustento de las familias, que no pueden llevar sus productos a los mercados para vender y comprar alimentos. Estamos en contacto con los comites de desarrollo de nuestras comunidades para saber su situación ante la crisis, y aprovechamos la comunicación establecida para sensibilizar sobre las medidas de prevención. También preparamos la campaña “Regreso Seguro a Escuelas Saludables” para el momento en que se dicten las medidas para el regreso a clases de los estudiantes. Seguimos fortaleciendo el tema de huertos para que en el momento de reactivar las actividades se pueda implementar.

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