Patentar la vida, es algo inmoral pero no ilegal según donde, desde hace décadas países donde los intereses financieros valen más que la vida de sus habitantes permiten que las empresas patenten lo que les venga en gana, cualquier planta así no la hallan ni tocado la pueden patentar.
Gracias a Shirley una de nuestras fans en Facebook que me hizo llegar la información en Alemán la cual sirvió para investigar y traerles hoy este artículo sobre el accionar de estas empresas que patentaron la vida en Europa.
En la Unión Europea hasta el momento parecía que la moral estaba por encima de los intereses empresariales, pero en el pasado año los gigantes de la cerveza Heineken y Carlsberg patentaron lo que hasta entonces era impensable en Europa.
Que es un patente y porque no se debe patentar la vida.
La patente es un registro de una propiedad intelectual sobre un invención, obra, investigación o similar, dando derechos de exclusividad a quien lo patenta.
Empresas como Heineken y Carlsberg pueden patentar sus procesos para hacer cerveza, pueden patentar si modificarán la levadura y obtienen una cepa propia, pero no puede como lo han hecho por ejemplo patentar la cebada que ha estado desde hace milenios en los campos europeos.
Las patentes, EP2384110 y EP2373154, les fueron concedidas por la Oficina Europea de Patentes (OEP) en el pasado año 2016. En estas patentes se incluyen las plantas de cebada derivadas del cultivo convencional, su uso en la elaboración de la cerveza y la cerveza obtenida a partir de este proceso.
Es bastante claro que estas patentes violan la ley de patentes, donde se prohíbe las patentes sobre el cultivo convencional. De Hecho recientemente la Comisión de la UE rectifico que el cultivo convencional, así como las plantas y animales obtenidos por el uso del mismo, no pueden, ni deben ser patentados.
Patentar esta cebada es violar el derecho de millones a cultivar y usar la misma.
Es por esto que un buen grupo de activistas sobre todo en Alemania y Austria han interpuesto recursos legales para que se aclare y se anulen estas patentes.
“Ahora necesitamos seguridad jurídica. Carlsberg y Heineken están tratando de mejorar su posición en el mercado en detrimento de los consumidores, los agricultores y otras cervecerías”, dice Erling Frederiksen de Friends of the Earth en Dinamarca (NOAH). “Estas patentes no se basan en inventos reales, sino en el abuso intencional de la ley de patentes. Por lo tanto, tienen que ser revocados.”
Estas patentes de Heineken y Carlsberg se basan en mutaciones aleatorias al genoma de la cebada; que hacen a los granos de estas supuestamente más óptimos para fabricar cerveza.
Hay una tercera patente la EP2575433 que abarca varias características propias de estas plantas de cebada creadas por el mejoramiento tradicional. Las organizaciones ya están con un plan en marcha para combatir esta nueva patente.
Pese a que la legislación europea prohíbe las patentes sobre variedades vegetales y cría/cultivo convencional, las empresas están dispuestas a dar la pela en su intento de adueñarse de la cebada como algo propio.
Esperemos que se de marcha atrás y esto no sea solo el principio y el día de mañana no podamos ni hacer pan en casa sin pagar una patente a alguna empresa.
Información sobre las patentes de las cerveceras:
– Patent EP 2373154 B1
– Patent EP 2 384 110 B1
– Carta a Carlsberg
– Declaración de la Comisión Europea
Este es un contenido original de Ecocosas