1. Ordenar la casa y deshacerse de aquello que ya no se usa
Una casa ordenada es muchísimo más fácil de limpiar que una que está desordenada. En las casas tenemos objetos como libros, juguetes y ropa que pueden llegar a coger mucho polvo. Tener estos objetos en cajones o en cajas, evitará que cojan polvo y, por otra parte, siempre será mucho más fácil limpiar el polvo que hay en el exterior de una caja, que limpiar el polvo de cada uno de los objetos que habría por casa si no los metiésemos en la caja.
Otra cosa que debemos hacer es donar o tirar todo lo que ya no usamos, porque acaba ocupando, innecesariamente, un espacio que podemos dejar libre para que la casa sea más espaciosa o que podemos usar para poner algo que si tenga una utilidad.
2. Pensar en que orden hay que limpiar la casa
Uno debe establecer un plan para limpiar la casa con un orden que sea eficiente. Limpiar de manera ordenada hace que se reduzca el tiempo que pasamos limpiando. Es aconsejable empezar por las zonas más complicadas y las que más utilizamos.
3. Seguir las instrucciones de los productos de limpieza
Hay que ser eficiente a la hora de limpiar, así que debemos leer las etiquetas de los productos para no gastar más producto de la cuenta. Si seguimos las instrucciones, la limpieza se hará de manera correcta y ahorraremos.
4. Reutilizar
A veces tiramos cosas que pueden tener una segunda vida. Algunas prendas de vestir que no usemos, podemos utilizarlas para limpiar la madera o el cristal, los cepillos de dientes también nos sirven para limpiar zonas pequeñas o estrechas.
5. Limpieza a vapor
Las fregonas de vapor eliminan el 99,99% de los gérmenes, bacterias y virus, y solo necesitan agua. Gracias a la limpieza a vapor, evitas utilizar químicos o productos con envases de plástico. La limpieza con vapor es perfecta porque además de no tener que utilizar detergente, hay una variedad de productos distintos que se adaptan a tus necesidades y a las de tu hogar. Desde escobas o pistolas a vapor, hasta aspiradoras.
6. Sustitutos y desinfectantes caseros
Existen recetas naturales para hacer tus propios desinfectantes. Por otra parte, hay muchos productos naturales como el vinagre o el limón que pueden sustituir productos químicos.
El vinagre va muy bien para eliminar el moho, la cera, los olores y algunas manchas. Cuando se utiliza vinagre para limpiar, debe hacerse diluido en agua caliente o tibia. El limón es excelente contra las bacterias. El almidón de maíz (maicena) es útil para limpiar muebles y ventanas. El bicarbonato de sodio con agua puede ser usado para limpiar el suelo. Y, hay jabones naturales que están específicamente hechos para la limpieza.
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