La intención de este post pretende ser lo más práctico posible. No voy a entrar en la teoría por la que un ser humano experimenta ciertas afecciones cutáneas como la tan prevalente dermatitis atópica o eczema atópico. Sólo quiero transmitir de manera concisa y clara mi experiencia con la utilización de algunos productos y la disminución de esa enfermedad inflamatoria. Esa experiencia viene demostrada por los años que llevo en el sector de la cosmética natural y viendo bastantes casos de peques que han mejorado de manera rotunda. Insisto, no soy profesional de la salud, me he formado en terapias complementarias pero lo más importante, he podido OBSERVAR A BASE DE LA EXPERIMENTACIÓN de varios años.
3 son las características principales de la piel atópica: picor, rojez y descamación. Más allá de estos síntomas, nos podemos encontrar con un sinfín de afecciones cutáneas tan típicas de la edad: eritemas, sudamina, dermatitis del pañal, millium...
¿Nacemos con predisposición a la piel atópica o el uso de ciertos productos o hábitos de vida propician y/o agravan su aparición?
Tiene brotes, es decir, periodos de mejoría y de empeoramiento. No es contagiosa. En los bebés suele aparecer en las mejillas, el pecho, los brazos y las piernas y a partir de los dos años son más frecuentes las lesiones en los pliegues del cuerpo (codos, cuello), manos, pies y orejas. Pueden surgir eccemas en los párpados y la boca, y manchas blancas en la cara.
Se desconoce la causa (¿?), pero como consecuencia de los diferentes trabajos publicados se puede asumir que es multifactorial por interacción de diversos factores:
Alteraciones del sistema nerviosos autónomo.
Alteraciones inmunológicas.
Alteraciones en el metabolismo lipídico (ácidos grasos omegas). No existe ningún alérgeno que la provoque (¿?), aunque muchos niños tienen familiares alérgicos a ciertas sustancias, y ellos también pueden sufrir asma u otro tipo de alergia.
Algunos expertos piensan que se debe a un defecto en la maduración de los epitelios (células) de la piel. De ahí que pueda desaparecer con el paso de los años. Otros están convencidos de que hay un desencadenante por alérgenos alimentarios ya que puede atravesar fácilmente la barrera mucosa intestinal y llegar hasta el mastocito cutáneo a través de la circulación.
No existe ningún fármaco o medicamento que cure la dermatitis atópica, sólo parchean los síntomas durante los brotes como pueden ser los corticoides, inhibidores tópicos de la calcineurina, antihistamínicos o antibióticos. ¿tienen efectos secundarios esos medicamentos? sin duda...
Es una piel seca, deshidratada, rasposa. Necesita mucho mimo e ingredientes afines...
Pero ¿dejamos al niño rabiando de picor? ¿los padres sintiéndose mal? desde luego, hay que actuar...
¿Y qué me he encontrado yo?
Además de la mejoría por dejar de utilizar algunos productos y empezar a utilizar otros más naturales, casos en los que el desencadenante era alimenticio y fue dejar de tomar lácteos y mejoró (se curó y en tiempo récord, mejor dicho)... Un caso en el que el problema era el pobre gato que tenían... Otros casos (la mayoría) que no se supo nunca porqué le pasó eso a su hijo ya que (con esfuerzo y cambio de mentalidad diría yo) dejó esa afección que tanto había estado incomodando a toda la familia. A veces, hay desesperación porque o no te hacen caso en el servicio de pediatría o porque no sabes si las pruebas que se realizan sirven para realmente determinar el porqué de ese problema... Casos en los que algún ingrediente causa alergia como el ácido láctico, el aloe vera, aceites esenciales...
Como siempre, saber el motivo por el que un niño experimenta esa reacción en su piel es toda una aventura y desde aquí, desde mi humilde experiencia, quiero aportar algunos consejos para poder mejorar los síntomas con productos lo más afines posibles a nuestra piel.
Recomendaciones básicas pero que conviene que se sigan todas en la medida posible que. Es decir, no vale con aplicar un producto y seguir con algunos hábitos de higiene que no benefician en nada.
Procurar que los baños no sean con agua excesivamente caliente.
Utilizar una esponja natural y no frotar con fuerza.
No abusar de las toallitas húmedas (ni incluso que sean bio). Mejor limpiar suavemente con agua, jabón neutro y una esponja especial natural. Se puede usar también algún linimento oleo-calcáreo.
Evitar los cambios bruscos de temperatura. En invierno suele acusarse más porque por un lado se abriga en exceso y la combinación calor y no transpiración adecuada no es conveniente. Y el frío de la calle combinado con el calor seco de las calefacciones son cambios bruscos que la piel no tolera bien.
Evitar las piscinas con cloro.
Dejar de utilizar geles de ducha o champús con sulfatos fuertes y más agresivos.
Dejar de utilizar, salvo que no sea estrictamente necesario, cualquier producto que se esté aplicando en la piel del bebé o niño hasta la fecha.
Probar, probar y probar (no queda otra) con algunas pautas nuevas en cuanto a alimentación (eliminar los lácteos, sustituir la leche de vaca por la de cabra), lavado de la ropa sin utilizar jabones convencionales o suavizantes, utilizar ropa de interior de algodón y en bebés mejor de algodón orgánico. Ropa de cama de fibras naturales.¿Qué productos vamos a utilizar y cómo?
Por supuesto que hay o habrá otros productos que puede ir tan o más bien que los que voy a nombrar (y por favor, no dudéis en sugerir) pero estos son los que he repetido en numerosas ocasiones.
Veréis que no tienen nada del otro mundo, pero como en muchos casos, MENOS ES MÁS...
Para el baño...
Un gel de baño y/o champú que contenga TENSIOACTIVOS suaves, sin demasiados ingredientes, incluso que no contenga fragancia (salvo que el peque tenga alergia a algún aceite esencial -que los hay- no hay inconveniente porque un producto lleve aceites esenciales puros -preferiblemente-).
¿Qué son tensioactivos "suaves"?
Cuando una marca saca un producto para un fin, en este caso estamos hablando de un gel de baño, en el envase, la mayoría de las veces, pondrá Gel de baño con... caléndula, con... manzanilla, con... aloe vera. Eso está muy bien pero aquí lo importante es el tipo de tensioactivos que han utilizado, es decir, el componente que va a limpiar y por lo tanto a "restregar" la piel.
¿Por qué evitar los tensioactivos "fuertes"?
De tensioactivos hay de muchos tipos (pero muchos) y las marcas (incluso de cosmética natural certificada) suelen añadir en sus formulaciones de varios tipos. pero los que habitualmente generan más irritación suelen ser los aniónicos fuertes tipo Sodium Lauryl Sulfate (SLES), Ammonium Lauryl Sulfate, Sodium Laureth Sulfate (SLS) o Ammonium Laureth Sulfate...
Eliminan de manera excesiva el manto lipídico de la piel.
Arrastran las sustancias hidrosolubles del estrato córneo.
Alteran el pH cutáneo y la actividad enzimática superficial.
Reacciones indeseables de la piel que agravan problemas cutáneos y que crean intolerancias por hipersensibilidad de la piel.
Los más recomendables y así aparecen en el INCI...
En realidad existen pocos tensioactivos de origen natural real. Otra cosa es que haya algunos que se fabriquen a partir de fuentes naturales muy procesadas.
Con la palabra GLUCOSIDE. Los más frecuentes son el Decyl glucoside, Lauryl glucoside o el Coco glucoside. Son tensioactivos no-iónicos de origen natural, con buenos niveles de biodegradabilidad y baja toxicidad.
Con la palabra GLUTAMATE. Aquí podéis ver algunos.
SODIUM COCOAMPHOACETATE. Derivado del coco, de baja irritabilidad y especialmente adecuado para champús de bebés.
Betaínas. COCAMIDOPROPYL BETAINE. De mayor poder espumante que las anteriores, poco irritativas aunque no significa que no causen alergias ya que no debemos olvidar que, en muchos casos, durante el proceso de obtención se pueden contaminar de nitrosaminasLas marcas y productos que recomiendo...
Jabón base neutro líquido de La Redoma Creativa. INCI: Aqua, Decyl Glucoside, Lauryl Glucoside, Coco Glucoside, Glycerin, Glyceryl Oleate, Guar Gum, Benzyl Alcohol, Xanthan Gum, Dehydroacetic Acid, Benzoic Acid, Sorbic Acid, Citric Acid
Champú y gel de ducha sin perfume de Urtekram. INCI: Aqua, aloe barbadensis leaf extract*, lauryl glucoside, sodium cocoyl glutamate, coco-glucoside, glycerin**, sodium chloride, glyceryl caprylate, glyceryl oleate, citric acid. *organic.
Jabón base líquido neutro Terpenic Labs. INCI: Aqua, Decyl Glucoside, Sodium cocoamphoacetate, Xanthan Gum, Benzyl Alcohol, Citric Acid, Sodium benzoate, Potassium sorbate
Mis 3 básicos
Quizás os sorprenda por la simplicidad de los productos, pero estos son los que usados de manera constante ofreciendo muy buenos resultados. Ya os decía más arriba que productos y remedios hay cientos y que si alguien ha encontrado la solución "real" (es decir, que haya experimentado realmente, no porque una marca ponga que es para piel atópica ya nos lo creamos), nos lo haga saber. Por supuesto que cada piel podrá reaccionar de bastantes maneras y eso forma parte de la experimentación.
1. Manteca de karité (Butyrospermum Parkii)
Con este producto nos encontramos básicamente con el dilema de si es refinada o no. En realidad, la gran mayoría de las veces la encontramos refinada porque en su estado puro es dura, bastante difícil de manejar, como apelmazada y tiene un olor bastante fuerte (de hecho me he encontrado con personas que no les gusta en absoluto). Consultando con algunas marcas que comercializan karité refinado, confirman que su proceso de elaboración en el que se somete a desodorizarla y refinarla se realiza mediante procesos que respetan al máximo sus nutrientes como las vitaminas, ácidos grasos y otros compuestos activos. Así que yo recomiendo fijarse mucho en la calidad de este producto, decantarse por las de origen bio y que su método de elaboración sea de presión en frío y sin alterar en exceso durante el proceso.
Importante que sea 100 % manteca de Karité, es decir, que no lleve ningún otro ingrediente. Nada. Ni otros aceites vegetales ni aceites esenciales.
Al ser un aceite sólido (cera), antes se deberá calentar un poco con nuestras manos. Ser generosos con la cantidad. Cuando esté "derretida", aplicar suavemente en las zonas más afectadas. Masaje cariñoso, curativo, suave...
El karité gracias a su composición, nutre, repara, calma, suaviza, previene la deshidratación. Es un antiinflamatorio potente natural.
Algunas marcas que he probado y otras que me dan especial confianza...
Manteca de karité de La Redoma Creativa.
Manteca de karité de Labiatae.
Manteca de karité de Yeidra.
2. Aceite vegetal de Jojoba (Simmondsia Chinensis)
Personalmente me encanta este aceite. Me gusta por su textura seca, viscosidad agradable, su aroma, por lo estable que es ya que no se enrancia tan rápido otros aceites vegetales... Es un aceite apropiado para todo tipo de piel y además su composición rica en ceramidas es similar a nuestro manto hidrolipídico cutáneo. Es un excelente regulador del sebo.
Como siempre, importante la calidad del producto. Imprescindible que sea puro, de presión mecánica en frío y preferiblemente de origen bio.
El aceite vegetal de jojoba lo alterno con el karité. No lo aplico a la vez (que se podría). Por ejemplo recomiendo la jojoba por las mañanas antes de llevar al peque a la guardería o al cole o cuando se tiene más prisa (el karité lo dejo cuando se tiene más tiempo porque se tiene que trabajar algo más) o cuando se tiene que dejar el cuidado del bebé a otra persona que no son los padres. Hay que ser prácticos. La gente busca "rapidez" (y ya puestos resultados inmediatos)...
Algunas marcas que he probado y otras que me dan especial confianza...
Aceite de jojoba de La Redoma Creativa.
Aceite de jojoba de Taoasis. (además es Demeter)
Aceite de jojoba de Terpenic.
3. Aceite esencial de Lavanda (Lavandula Angustifolia)
¡Ay mi lavanda maravillosa! ¡Cómo la quiero! Creo que no concibo mi vida sin aprovecharme de los aromas de los aceites esenciales. Es un privilegio poder tener algo vivo en unos frasquitos, esos aromas cargados de poder. La Lavanda, conocida pero de la que desgraciadamente se adultera su verdadero aroma. Curiosa la situación de personas que se adentran en el mundo de la Aromaterapia que huelen por primera vez la lavanda y se quedan desconcertados porque no es ni de asomo lo que creían lavanda; y es que tan lejos está su reconfortante aroma de esas colonias, perfumes, detergentes, suavizantes que dicen tener u oler a lavanda...
En este caso me interesa la lavanda por:
Es uno de los aceites que pueden utilizar los peques sin problemas (siempre que no sean alérgicos a algunos de los componentes) y se podría aplicar puro.
Es un potente regenerador de la piel. Antiséptica y antiinflamatoria.
Porque también es reguladora del sistema nervioso. Calma, ayuda a conciliar el sueño. Y precisamente en estos casos, los papis están nerviosos de ver a sus hijos con picor, los peques agitados por el malestar... se crea un círculo nervioso que la lavanda ayudará a disipar ya que la mamá o papá al aplicar el aceite también se beneficia de su acción sedante. Y todos tranquilos... o eso se pretende.Recomiendo aplicar un par de gotas mezcladas con la jojoba o con el karité. Por supuesto en este caso también, imprescindible la calidad del producto: puro, destilación por vapor de agua y de origen ecológico. Personalmente prefiero la lavanda recolectada en Francia o España.
Algunas marcas que he probado y otras que me dan especial confianza...
Aceite de lavanda de Pranarom.
Aceite de lavanda de Taoasis. (Demeter y la mejor que he probado hasta la fecha, que son unas cuantas).
Aceite de lavanda de Terpenic.
Una vez más agradecer vuestros comentarios y que expongáis vuestra experiencia para poder ayudarnos entre todos.