Todas las especies juegan un papel importante en los ecosistemas de nuestro planeta. Por muy ínfimas que nos parezcan. Cuando una especie desaparece debido a la extinción o vemos que sus poblaciones disminuyen rápidamente, afecta esos ecosistemas de una manera que no puede ser revertida.
En los últimos años la población de abejas se ha visto diezmada y parece que nos da un poco lo mismo, a pesar de que sabemos el papel tan importante que juegan en la polinización de las plantas.
Y si te da igual la polinización, déjame recordarte que sin ella no hay plantas, y si no hay plantas no hay comida, y si no hay comida "palmamos" todos.
Así que bueno, igual deberíamos preocuparnos más por estas pequeñuelas que necesitan de nuestra ayuda. Pero, ¿por donde empezar?
1. Ayudar a proteger los hábitats naturales
La pérdida de hábitats es la principal causa de la disminución de las poblaciones de abejas. Los factores que contribuyen a esta pérdida son la deforestación, el desarrollo urbano, las prácticas agrícolas y el cambio climático. A medida que el hábitat es destruido, las tienen que viajar más lejos para encontrar un nuevo hábitat para vivir, alimentarse y reproducirse. No todas pueden sobrevivir a un viaje largo....
Puedes ayudar defendiendo la protección de pastizales y bosques, apoyando a las organizaciones que trabajan intento salvar a los polinizadores y eligiendo correctamente tu alimentación (la que menos degrade el entorno natural).
2. Planta un jardín si tienes ocasión
No tiene por qué ser un jardín de flores, puede ser un cultivo de hierbas y/o verduras. Ayudará a atraer a las abejas.
Y si vives en un piso, igual puedes colocar un par de macetas en la ventana. Échale imaginación.
3. Apoya los métodos de agricultura sostenible y ecológica
Los plaguicidas dañan a las abejas cuando entran en contacto con los cultivos rociados. Usa tu poder como consumidor y compra productos orgánicos y otros productos siempre que sea posible.
Y si tienes la oportunidad de hacer tu propio cultivo, genial. Eso sí, vigila lo que usas para el control de plagas, tienes a tu disposición técnicas ecológicas.
4. Comprende el impacto del cambio climático
El cambio climático y las condiciones climáticas extremas que acarrea son un motivo de preocupación. Las temperaturas cálidas pueden dar lugar a floraciones tempranas, que se convierte en un problema si las abejas aún no han regresado para ayudar a polinizar.
Cualquier acción que realices en términos de lucha contra el cambio climática, repercutirá también en estos animalillos.
5. Defiende a las abejas y a otros polinizadores
Apoya a los parques nacionales y a los organismos de conservación que trabajan para proteger los hábitats naturales.
Algunas ONGs llevan a cabo proyectos para salvar a los polinizadores. Un ejemplo es esta campaña de Greenpeace.
Si te gustaría obtener más información sobre este tema te recomiendo el informe “El declive de las abejas”.
¿Y tú? ¿Qué vas a hacer para ayudar a los polinizadores?
El camino hacia una vida sostenible
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Fuente: este post proviene de Hay Eco, donde puedes consultar el contenido original.
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