En Vivienda Saludable somos conscientes de que dar una segunda vida a los materiales supone un ahorro de dinero y energía que produce muchos beneficios y que está al alcance de nuestra mano.
Cuando reciclas, además de contrarrestar la contaminación y ayudar a frenar el cambio climático, puedes contribuir a crear una nueva economía circular, donde la última fase de la vida útil de un bien o servicio conecta con la elaboración de un nuevo producto o artículo. Por ejemplo, cada 6 latas o botellas de plástico que reciclamos contrarrestamos la contaminación de 10 minutos del tubo de escape de un vehículo. O de 40 botellas de plástico PET (Tereftalato de Polietileno) puede hacerse una prenda de ropa, en concreto un forro polar. Porque de una lata reciclada se genera otra lata, de un brik sale otro brik, pero un envase encierra muchas más segundas vidas.
Para que esta tarea resulte cada vez más sencilla, como un juego para los más pequeños de la casa, os recomendamos seguir esta serie de trucos a la hora de gestionar los residuos con eficiencia:
Reciclar: un material para cada color
SÍ van en el contenedor amarillo: envases y botellas de plástico, botes de detergente, champú, gel tapas y tapones de plástico, bolsas de patatas o de otros aperitivos, tarrinas y tapas de yogurt y otros postres, bolsas de plástico (excepto las de basura), briks y latas, bandejas de aluminio y tarrinas de mantequilla.
NO van en el contenedor amarillo: biberones y chupetes (contenedor restos), juguetes de plástico (contenedor de restos o donaciones), utensilios de cocina como espátula o escurridor o cubos de plástico.
SÍ van en el contenedor azul: revistas, periódicos, cajas de zapatos, cajas de cereales, papel de envolver y cuadernos.
NO van en el contenedor azul: desechos diarios como servilletas de cocina o papeles sucios (contenedor desechos orgánicos -marrón-), pañales (contenedor de restos – gris-).
SÍ van el contenedor verde: botellas y frascos de vidrio, tarros de alimentos, etc.
NO van en el contenedor verde: bombillas (punto limpio o centro de recogida), espejos, ceniceros, vasos o vajillas (reciclados en un punto limpio o de recogida).
SÍ en el contenedor marrón: residuos orgánicos, restos de comida (espinas pescado, cáscaras de pescado, posos de café, migas de pan), restos vegetales (flores marchitas, tierra, ramas, hojas, hierba, etc.) producto de la poda y del cuidado de jardines y zonas verdes.
Contenedores de residuos peligrosos: pilas y baterías.
Punto limpio: electrodomésticos, aparatos electrónicos, bombillas, aceites usados, muebles
Tips para el mejor reciclaje
Reserva un sitio en casa para el reciclaje. Hazte con un sencillo juego de cubos y colócalos de la forma más cómoda para que reciclar no te resulte un esfuerzo extra.
Pon una bolsa dentro de cada contenedor y lograrás que sea más higiénico.
Coloca una etiqueta frontal en cada cubo con el nombre o la categoría de los residuos que deben ir en cada uno.
Vacía bien los envases antes de llevarlos al contenedor, así no caerán restos.
Dobla y comprime bien los envases, botellas y cartones para ahorrar espacio. Con pequeños gestos en nuestro día a día podemos ayudar a frenar el despilfarro y, si tienes dudas sobre los residuos, ayúdate de la tecnología ya que existen varias aplicaciones que te informan sobre qué va en cada contenedor.