María José Cristerna es una de las personas con más tatuajes en el mundo. Esta mujer mejicana de 35 años y madre de cuatro niños encontró la forma de liberarse a través de los tatuajes. Se refugió en ellos tras sufrir violencia doméstica al casarse con tan sólo 17 años. Desde entonces no ha dejado de tatuarse, teniendo el casi 100% del cuerpo tatuado, múltiples perforaciones en el rostro y varios implantes de titanio para simular unos cuernos.
Su historia real conmueve a todo el mundo. Licenciada en derecho, la separación de sus padres marcó su vida, casándose más tarde, con sólo 17 años, porque se sentía sola, pero nunca imaginó que al año de casarse empezaría a sufrir malos tratos por parte de su pareja. Ella misma cuenta: "Yo me encontraba pintando y de la nada me rompió una grabadora en la cabeza, luego me pateó y todo eso observaban mis hijos, eso fue determinante para que lo dejara y me fuera a vivir con mis hijos".
Conoció al que ahora es su pareja actual y con quién lleva 8 años viviendo y se muestra feliz y con una vida completamente normal a pesar de tener el 98% de su cuerpo tatuado.