Los principales líderes mundiales se comprometieron en la reunión de la cumbre climática COP26 en Glasgow a cumplir con la meta de terminar definitivamente con la deforestación para el 2030.
Es conocido los inmensos daños que ha provocado la tala y quema indiscriminada de árboles a fin de incrementar las áreas de cultivo y pastoreo, así como los incendios en selvas y bosques en los últimos 20 años.
Es alarmante la reducción de los pulmones vegetales del mundo como consecuencia de todo esto y su indudable contribución al cambio climático.
Este acuerdo ha sido suscrito a nombre de 141 países y para ello se tienen destinados recursos que rondan los 19.2 mil millones de dólares estadounidenses, los cuales estarán dirigidos a las naciones que se encuentran en vías de desarrollo.
Entre los países signatarios, se encuentran los que concentran el 80 % de selvas y bosques del mundo:
Brasil
Colombia
Bolivia
República Democrática del Congo
Chile
Estados Unidos
Canadá
Rusia El acuerdo en total abarca el 90.94 % que representan exactamente 3.691.510.640 hectáreas cubiertas de bosque.
Pese al optimismo reinante en la cumbre, este no es compartido por los sectores ecologistas, quienes dudan del compromiso político de muchos de los países.
El punto es que en la conferencia anterior que condujo a la llamada declaración de Nueva York en el 2014, se llegó a un acuerdo para reducir a la mitad la deforestación en el 2020 y detenerla completamente en el 2030.
Lo cierto es que, durante esos años, lejos de disminuir se incrementó la destrucción de territorios forestales.
Sin embargo, en aquella oportunidad solo 40 naciones se comprometieron en ese acuerdo entre las que no se adhirieron Brasil, China ni Rusia.
Consecuencias de la deforestación si no es detenida para 2030
Alteración de los ecosistemas y disminución de la biodiversidad
Se alteran los ciclos naturales como los del agua y del carbono afectando a la purificación atmosférica y las nacientes de los ríos y lagos
Se pierde la cobertura vegetal del suelo contribuyendo al aumento de la desertificación
Eventualmente, daños ambientales, sociales y económicos permanentes Algunas medidas para minimizar el daño de la deforestación:
Hacer una evaluación de los daños ocasionados por la tala y los incendios forestales, inventariando las zonas afectadas
Recuperar las áreas afectadas, así como aumentar otras plantando nuevos bosques
Crear nuevas reservas forestales y áreas protegidas
Uso sostenible de la tierra y los recursos forestales
Aplicar técnicas de prevención de incendios forestales
En la recuperación de las áreas, comenzar por la introducción de especies vegetales resistentes al estrés ambiental
Proteger selvas y bosques de la explotación minera
Generar o fortalecer la legislación local que protege al medioambiente
Aplicación efectiva de las leyes de protección de especies vulnerables o en peligro de extinción
Fortalecer el apoyo de los pueblos originarios y las comunidades locales en la recuperación de bosques y selvas
Aplicación de técnicas agrícolas sustentables y promoción de la seguridad alimentaria En todo caso, el gran acuerdo de la cumbre de Glasgow por parte de 141 naciones ha sido un gran paso adelante al reconocer la necesidad de frenar el calentamiento global y revertir la degradación de la tierra y la destrucción de los bosques y selvas.