Durante los últimos días se han venido celebrando en Calahorra las fiestas de Marzo en honor a San Emeterio y San Caledonio, tristemente, el programa de celebraciones ha incluido varios encierros y capeas, lo cual inevitablemente me lleva a hablar también sobre las corridas de toros.
Desde la semana pasada cuando vi que estaban poniendo el vallado a lo largo de varias calles de la ciudad, empecé a sentir como un vacío en el estómago. Y conste que NUNCA he ido a ningún evento taurino, siempre he estado en contra de ellos, pero tampoco he sido de las que se van a protestar o tienen un plan de cómo abolir estos eventos. Soy simplemente una de muchas personas que se oponen al maltrato animal, que me niego a ser parte de estos eventos que llaman “deporte”, “arte” o “patrimonio cultural”. Y es que, ¿cómo va a ser justo que otro ser tenga que sufrir o morir por el entretenimiento de nosotros?
Sé que mucha gente no ve nada de malo en ello porque erróneamente piensa, o se les ha inculcado, que los toros al igual que muchos otros animales, son malos, peligrosos, una amenaza o simplemente son percibidos como objetos… y también porque a fin de cuentas es algo 100% legal y una tradición con unos 400 años de antigüedad. Sé también que somos muchos quienes queremos cambiar esto.
Hay que tener claro que aunque sea legal no significa que sea correcto o que sea una tradición tampoco es una excusa para que siga ejecutando.
Los toros
Desde que se comenzó la tauromaquia se inició una selección de los que se creían los toros más fuertes, el toro normal común y corriente: el toro ibérico, y a partir de esta selección de los más machos, más bravos, los más fuertes, se les llama toro bravo o toro de lidia. El que se usa para ser toreado. El toro bravo no es que sea otro toro, o un toro modificado genéticamente, es simplemente un toro malhumorado, un animal con un caracter más fuerte, tiene más tamaño, más cuerpo… como sucede con las las personas y con muchos otros animales ¿o no?
Dicen que si se acabaran las corridas se extinguirán, no soy experta para opinar, pero creo que como todo, en el toreo hay un gran interés monetario por parte de gobiernos y de varios países del mundo, que harán todo lo posible porque esto continúe. Pero mi opinión es que, si se acabaran las corridas, sí, posiblemente se acabarían los toros bravos, simplemente porque ya no habría un interés (monetario) en mantenerlos. Pero eso no significa que se extingan todos los toros, es solo que ya no habrían más toros criados para este fin. Ya no habría selectividad, así de sencillo.
Un toro, en condiciones normales, viviría unos 30 años, pero cuando son criados con este fin, con tan solo 5 años de vida ya son llevados a la plaza de toros para morir.
Las corridas de toros
Los toros son animales pacíficos, curiosos y juguetones ¿por qué no lo parecen durante las corridas? Ellos atacan cuando se sienten amenazados o agredidos. Los toros de corrida son animales que han sido criados en encierro bajo una bravura provocada por sus criadores. Si a ti te llevaran y te metieran a un hueco oscuro por 24 horas, luego te meten un puyazo y te sacan hacia la luz del sol (obviamente cegado), con un gentío gritando, ves un hombre frente a ti vestido de colores brillantes, que te provoca… ¿no estarías molesto? ¿no sentirías rabia? ¿no estarías confundido? ¿no estarías nervioso? ¿no te sentirías amenazado y agredido?… así es un poco como se siente el toro en aquel momento, porque sí, los toros sienten.
Y durante los siguientes 20 minutos que dura el ritual, o quizás menos, estará sometido a tortura. Una vez probada la intensidad del toro, sale un jinete a caballo con una puya que es como una lanza con una punta férrea y se lo clava en el morrillo, ahí el toro comienza a desangrarse. Esto le rompe el músculo, se le afecta el sistema nervioso, la visión, la movilidad de las patas delanteras, ocasiona daños en los pulmones, se debilita la cabeza… todas estas lesiones no pueden llamarse de otra forma más que tortura animal.
Ya cuando el toro está debilitado, se le ponen lo que llaman banderillas, que son básicamente uno arpones de metal usados para excitarlo y molestarlo, se le clava en la espalda (no una, sino 6 de ellas). El toro se molesta y va a por el torero.
Ya como último paso sale el torero con el estoque, una espada de 88cm de largo, listo para clavársela en el corazón y así matar al toro. Si no consigue matarlo, se utiliza la puntilla para cortar la médula espinal, esto a veces no mata inmediatamente al toro sino que termina de paralizarlo.
Está más que claro que no es accidental, todos estos instrumentos de tortura taurina fueron diseñados para tal fin: tortura. Así que no vengan a estarme diciendo que esto es arte, arte sería meramente torearlo sin más ni menos, sin sufrimientos, sin daños. La tortura no puede ser arte, no puede ser deporte ni puede ser tradición, punto.
Toma en cuenta también que muchas veces los caballos usados para la puesta de la puya, resultan corneados por el toro al buscar defenderse o escapar del dolor de la puya. Unos 200 caballos mueren anualmente en España de esta forma.
Los encierros
No son crudos pero eso no significa que los animales no lo sufran. No solo se usan toros sino también vaquillas y novillos, es decir, animales muy jóvenes.
Son animales criados en el campo, no están acostumbrados a multitudes ni a ruidos. Una vez que les abren las puertas, por medio de gritos y choques eléctricos son obligados a correr por las calles de la ciudad previamente valladas en donde una multitud de gente corre delante de ellas. Son hostigados por los corredores y los pobres animales se ponen sumamente nerviosos, (yo lo vi) siempre hay alguien dispuesto a provocarlos o a golpearlos con periódicos. Se suelen poner substancias antirresbalantes en el suelo para evitar la caída de los corredores pero en los animales tiene el efecto contrario, se resbalan y se golpean fuertemente con las caídas, ocasionando más caídas no solo entre ellos sino también entre los corredores.
Usualmente los encierros acaban en corridas de toros ya que se suelen usar los mismos animales para la corrida del día siguiente.
Y sí, lamentablemente aún mucha gente apoya todo esto. Yo solía pensar que por maldad, pero ya a estas alturas creo simplemente que están sumidos en una gran ignorancia, y una gran carencia de valores y respeto hacia otros.
Ahora hablemos de los toreros… aunque no nos gusté esto no es culpa de ellos, es algo totalmente legal, lo que significa que el torero está haciendo su trabajo. De la misma forma que lo harían por ejemplo los empleados de un matadero. Lo confieso, me siento terrible diciendo esto, pero es la verdad, es un trabajo. Muchos lo hacen porque fueron criados de tal forma en la que hacer algo así no representa nada malo para ellos. Al mismo tiempo que digo esto me siento contrariada, porque parte de mi no puede evitar sentirse asqueada ante una persona capaz de realizar semejantes torturas.
Habiendo dicho esto, no quiero decir que el torero sea inocente de todo, claro que no, él está matando al toro… pero más que matarlo lo está torturando, de eso no hay duda, lo que quiero decir es que la culpa es de la ley. Necesitamos leyes que prohíban estos actos.
Cada año a nivel mundial se ejecutan a unos 250 mil toros en manos de este llamado “patrimonio”. Que si lo comparamos con la cantidad de reses que mueren en mataderos, sí, es algo casi insignificante. Pero yo no me quiero centrar en los números, yo me centro en la forma en que mueren los animales. Sí, creo que los animales criados industrialmente para convertirse en alimento sufren, que viven en terribles condiciones, que son maltratados… pero eso será tema para otra entrada.
También quiero recordarte que la compra-venta de boletos para estos eventos refuerza la idea de que los toros son objetos y de que los podemos usar a nuestro antojo. Siempre lo digo: nuestro dinero tiene voto. Y si no lo sabías, sin darte cuenta tú y yo, estamos subvencionando a esta horripilante industria, pues gran parte del dinero sale de nuestros impuestos, que en promedio vendrían siendo 47€ al año por familia o 12€ por persona. Por eso es tan importante hacerle saber a los gobiernos que repudiamos estos actos de tortura animal, a fin de que sean prohibidos de una vez por todas.
Tú voz puede hacer la diferencia; porque tu voz, más la mía, más la de él, más la de ella, más la de todos los demás, puede cambiar la leyes… y eso es lo que necesitamos, leyes justas que velen por el bienestar de todos los seres que habitamos este planeta. No tenemos por qué comprometer el bienestar de otros para nuestro beneficio económico, diversión o ponerle como excusa el nombre “patrimonio cultural”, mejor sería dejar el legado cultural de abolir estos actos, de colocarnos todos al mismo nivel y no usar a los animales como objetos.
Pero afortunadamente existen maravillosas personas dispuestas a salvar a estos animales y dedicadas a dar a conocer su historia. Tal y como es la historia de Fadjen, un toro bravo que fue comprado por un chico para salvarlo de una muerte segura. Aquí te dejo uno de sus muchos videos (no te preocupes, no muestra nada feo, es bonito).
Además de este chico también existen organizaciones como esta, esta, o esta, que luchan día a día por cambiar las leyes. Te animo a que busques la que corresponda a tu ciudad y que te unas a este cambio, un cambio positivo a como deberían ser las cosas.
Sé que fue una entrada más larga de lo habitual, pero esa es mi opinión.
Te invito a ti también a compartir tu punto de vista y tus preguntas aquí debajo en los comentarios…
La imagen principal la tomé de aquí. / La imagen de los toros la tomé de aquí.
La imagen de la corrida la tomé de aquí. / La imagen de las armas taurinas la tomé de aquí.