El Aloe tiene muchas utilidades. Se utiliza para los cosméticos, como planta ornamental, como alimento y cómo medicina.
Es muy común su uso cómo hidratante para la piel y el cabello, es bactericida, tiene acción cicatrizante, analgésica y anti-inflamatoria. También es una planta ideal para ser usada como purificadora de aire en nuestros hogares
Anteriormente vimos cómo podemos utilizar esta noble planta extrayendo el gel de aloe en nuestra casa para poder aprovechar estos beneficios, ahora vamos a ver todos los trucos para cultivarlo en casa.
Temperaturas para el Aloe.
El Aloe vera es de regiones con clima ecuatorial, subtropical y tropical, por lo que prefiere lugares más bien cálidos. Es muy rústica, y se adapta fácilmente por lo que tolera variaciones bruscas de temperatura, pero muere si la temperatura cae por debajo de 4ºC.
Luminosidad y suelo.
Esta es una planta a la que le gusta el sol. Necesita mucha luz solar directa, por lo menos 8 horas al día, pero se puede cultivar a la sombra aunque no es recomendado. El suelo debe ser bien drenado, el aloe no tolera encharcamiento. Pueden ser suelos arenosos o arcillosos.
Cultivo y formas de cultivo.
Ya dijimos que el Aloe vera es una planta rústica, no requiere muchos cuidados. Es sólo estar atentos a unos pocos detalles para poder garantizar una plantación sana. Podemos plantarlos tanto en macetas como en los bancales de nuestra huerta orgánica.
La maceta debe tener un tamaño medio o grande, con un mínimo de 20 cm de diámetro, con agujeros en el fondo para no acumular agua. También podemos plantar varios aloes en un bancal por ejemplo siempre y cuando respetemos un espacio entre ellos, para que puedan desarrollarse con normalidad
El espacio ideal entre plantas de aloe vera es de 1m x 1m, pero si no contamos con tanto espacio igual se pueden plantar más juntas y serán simplemente más pequeñas y menos productivas.
Fertilización.
Debemos realizar una fertilización orgánica que contenga bastante fósforo. Una buena idea es utilizar borra de café que contiene este mineral y es fácil de conseguir.
Riego.
El Aloe vera al igual que todas las suculentas se puede regar con poca frecuencia. Una vez por semana es lo ideal. Antes de realizar los riegos, debemos mirar si el suelo no está húmedo. Si está húmedo, es mejor no regar.
Propagación.
Para el cultivo orgánico de esta planta, es necesario escoger el modo de hacer el plantío. Las opciones son usar una hoja o usar un brote para multiplicar las plantas.
Si vamos a usar la hoja, necesitamos cortarla de una planta de buena calidad, cortamos la base de la hoja, luego esperamos unos días (que puede tardar hasta dos semanas) hasta que ella crea una película sobre la parte cortada, y finalmente la plantamos, por lo menos 1/3 dentro del suelo. La hoja elegida debe tener alrededor de 8 cm.
Si vamos a usar un brote, debemos separarlo o cortarlo de la planta madre. Estos sale de la base de la planta, aunque tienen sus propias raíces, están unidos a la planta madre. Debemos separar o cortar el brote de la planta, con un objeto lo más afilado posible, luego se espera a que cicatrice y se planta en el lugar de destino.
No conviene dejar que las hojas del Aloe estén en contacto con la tierra, ya que podría pudrirse. Para esto se puede colocar una capa de material como guijarros encima del suelo.
Poda y cosecha.
Las podas de las hojas deben hacerse cuando estas se estén secando o cuando deseamos utilizar la planta o bien propagarla.
Para hacer la cosecha, se cortan las hojas que están más alejadas de la base de la babosa. Las hojas pueden ser cosechadas cuando la planta tiene nuevos brotes, la primera vez, y después siempre antes de la estación lluviosa.
En interior lo que hacemos es dejar de rejar la planta antes de cortar las hojas. Cada planta da alrededor de 30 hojas.
Fuente: este post proviene de Blog de ecocosas, donde puedes consultar el contenido original.
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