Escondido en las sombras de la bulliciosa ciudad, descansa una tierra de inmundicia y total desesperanza. Es Along Pi, un vertedero a sólo 30 km del eje turístico camboyano Siem Reap, famoso por los increíbles templos de Angkor Wat.
Cada día, toneladas de basura son desechadas aquí, formando montañas de componentes tóxicos y un hedor tan poderosamente putrefacto como inimaginable.
Cientos de locales afectados por la pobreza son forzados a desvanecerse entre la basura en una apuesta por encontrar materiales recicables como cristal, papel y metal, que puedan vender. Si tienen suerte, conseguirán $2 al día.
Trágicamente, la mayoría de trabajadores son niños.
El español David Rengel visitó el basurero para docuemntar el trabajo infantil en 2014, y acabó ayudando a exponer el lado más oscuro del turismo. Es una llamada de atención que debemos oír antes de que sea demasiado tarde.
Rengel dijo que el vertedero se había convertido en una parada turística con guías, un lugar donde docenas de ellos hacen fotos de los desafortunados trabajadores.
"Cuando llegué al verteero mi trabajo incial estaba enfocado al trabajo infantil, pero mientras hacía mi reportaje los turistas empezaron a llegar, a veces en taxis y a veces en tuc-tucs” declaró Rengel a news.com.au.
"Era horrible … Pregunté a las personas que viven y trabajan en el basurero si era un caso aislado o si era frecuente, y me dijeron que los turistas llegaban todos los días al vertedero."
Los primeros en llegar fueron un autobús de 20 turistas, que llevaban máscaras para prevenir la inhalación de gases tóxicos de la basura.
"Estaban perfectamente alineados y seguían al guía del tour. Tomaban fotos de familias que trabajan en el vertedero, pero sobre todo buscaban niños, querían fotos con ellos. Dieron algunas golosinas a los niños."
Rengel declara que uno de los grupos de turistas a los que se acercó decían ser estudiantes de medicina, pero se extrañó de que no llevaran ningún utensilio médico con ellos.
La ONG Friends-International, que asiste a niños marginados alrededor del mundo, se ha hecho eco de la conmoción de Rengel.
Trabajan con familias de Anlong Pi desde 2010, describiéndolo como "un apestoso, sucio y peligroso basurero, donde el detrimento diario de Siem Reap provee de trabajo y forma de vida a cientos de personas – hombre, mujeres … y niños”.
Han emitido una llamada a la acción, en esta página web.
"Recientemente, el personal ha notado muchos más turistas viniendo a hacer fotos del lugar, y dar ayuda alimenticia y dinero a quienes trabajan allí. Vienen habitualmente en mini-vans o autobuses, y como grupos organizados" escriben.
"Esto supone un grave riesgo a nuestro trabajo, ya que las familias se ven tentadas a llevar a sus hijos (que normalmente estarían en el colegio) al vertedero a pedir.
"El comportamieno de los turistas puede estar bienintencionado, pero no sólo amenaza nuestro trabajo, sino que daña a los niños a quienes estamos tratando de buscar alternativas."
En definitiva, hay lugares que no deberían aparecer en las guías.
Pictures: Friends-International / David Rengel / AnHua
Texto: news.como.au
Traducción: HelpUP