Desde el punto de vista de la construcción y la decoración de un hogar, existen cada vez más opciones alternativas que nos permiten recurrir a materiales con un menor impacto medioambiental. Se trata de productos de carácter ecológico, que implican un trabajo y una vivienda más sostenible.
De este modo, hoy quería hablaros de las pinturas ecológicas. La base de este tipo de pinturas es que están elaboradas a partir de componentes de origen mineral o vegetal, que, al contrario de las convencionales, no suponen ningún tipo de impacto agresivo sobre el entorno, ni en su elaboración ni en su aplicación.
Las pinturas y barnices de uso común son preparados que contienen compuestos orgánicos volátiles que se evaporan y emiten en la atmósfera, pudiendo ser perjudiciales. Además, muchos esmaltes sintéticos son derivados del petróleo.
Sin embargo, las pinturas ecológicas provienen de componentes de origen mineral o vegetal, como las resinas naturales, aceites, la corteza de los árboles.. De este modo, cumplen con ciertos criterios sostenibles como que son biodegradables, porosas, ignífugas y los pigmentos y disolventes también son de origen natural.
De este modo, la forma más fácil de identificar los productos ecológicos son las ecoetiquetas, que se conceden a nivel estatal o internacional (por ejemplo, la etiqueta ecológica europea), y que se otorgan cuando un producto cumple ciertas cualidades, como reducción de la contaminación del aire por disolventes o la reducción de sustancias peligrosas para la salud y el medio ambiente.
Así, dentro de las pinturas ecológicas podemos dar un paso más para conocer los esmaltes caseros, elaborados a partir de productos naturales como, por ejemplo, la leche. En este caso, la pintura se elabora a partir de la unión de suero de leche, pigmentos de tierra, yeso y cal. Aquí podéis verlo.
Y vosotros, ¿conocíais las pinturas ecológicas?
Foto: UnitedSoybeanBoard/Flickr