El albaricoque, también conocido por Damasco o Albérchigo y cuyo nombre científico es Prunus armeniaca. Es un árbol de la familia Rosáceas, originario de Asia central. Pueden alcanzar hasta los 6 metros de altura y su forma de su copa es redondeada y amplia.
El nuevo árbol de esta variedad que tengo en mi huerto, ha cumplido 18 meses desde que lo planté y aun esta en formación, con ramas que se están desarrollo. A partir del próximo año, le iré empezando a realizar ligeras talas, para darle la forma deseada.
El primer año de su plantación, tuvo algunas flores, que dio paso al cuaje de los primeros frutos. Estos fueron totalmente eliminados porque no es muy aconsejable que durante el primer año, se les dejen para que no interfieran en crecimiento y desarrollo del árbol joven.
En este segundo año, ha tenido una buena floración, estás son grandes, solitarias, con cáliz rojo y pétalos blancos. Aparecieron en los últimos días del invierno.
La floración dio paso a un excelente cuaje de frutos, pero como aun el árbol esta en periodo de formación, le eliminé un gran porcentaje de ellos, dejándole un par de kilos aprox, para conocer y degustar esta variedad de fruta.
El fruto cuando madura coge un color amarillo anaranjado y la zona donde ha recibido los rayos del sol directo, se torna de un color rojizo.
La época de maduración de este fruto es en los últimos días del mes de mayo, pudiéndose empezar a recolectar los mas maduros, que son los que están directamente expuesto a los rayos del sol.
En interior, la pulpa no es muy jugosa, con textura fibrosa y que tiende a ser mas jugosa y con textura harinosa, cuando avanza su madurez. Su color es naranja intenso y su sabor es bastante rico, aumentando en dulzor según avanza su madurez.
Son muy beneficiosos para nuestra alimentación, por que son muy bajo en calorías y muy ricos en provitamina A, vitamina E, B3, b9 y minerales como potasio, calcio y hierro.
Con todo lo expuesto, doy por terminado este capitulo sobre un nuevo árbol frutal en mi huerto.
Un cordial saludo. Antonio