Hoy tenemos para los amantes de la ecología, información acerca de la vital importancia de las abejas.
Imagínate que un día estas dando un paseo por el campo, disfrutando de ese olor a fresco tan sumamente relajante. Notas como el bosque se mueve alrededor de ti creando un mundo invisible. Ahora bien, imagínate que ves que una abeja se te acerca. Tu primer instinto es huir, seguro o incluso atizarle con la zapatilla. Es una reacción más o menos normal en todo el mundo, pero¿a qué nunca se te ha ocurrido darle las gracias?
Pese a la alarma que nos genera ver un insecto de tonalidades amarillentas y negras, las abejas son un elemento fundamental en el ámbito de la ecología, y en el mundo entero.
Sin estos seres tan pequeños no podríamos disfrutar de muchas de las cosas que tenemos hoy en día. Las abejas viven por y para polinizar las plantas. Los frutos y las flores son el resultado de un arduo trabajo que consta de más de 60.000 viajes entre la colmena y las flores.
Este proceso es de sobra conocido pero, sin embargo se tiene menos cuidado del que se debería para garantizar su funcionamiento. Factores como el clima, que no está en nuestra mano controlar, afectan a las abejas. Pero otros como el uso de determinados fertilizantes y pesticidas sí.
La población de abejas se ha reducido notablemente por el uso de estos productos. Todo ello unido a la aparición de enfermedades como la varrosis. esta dolencia consiste en un ácaro que ocasiona malformaciones y enfermedades en las larvas al reproducirse en las celdas de las colmenas. ¡En un año puede llegar a exterminar a una colonia!
Cuando se piensa en aniquilar a las abejas poco se piensa en las consecuencias que ocasionaría su falta. Quitando lo obvio (flores y frutos) también desaparecerían productos como la miel, la cera, la jalea real, el polen terapéutico, el propóleo y muchos ingredientes más de la cosmética natural y la apiterapia.
En definitiva, las abejas son un factor muy importante en el mundo de la ecología, demasiado relevantes para lo poco cuidadas que las tenemos. Ahora, cuando veas a este insecto piensa en, primero, si no le agredes el te dejará tranquilo; y segundo piensa ¿Qué pasaría si no existieran las abejas?