Poniendo el foco en este último, si bien no es un problema nuevo, se ha acentuado de forma notoria en las últimas décadas. El aumento de los gases de efecto invernadero evitan que la luz solar reflejada por el planeta abandone la atmósfera, atrapando grandes cantidades de calor que han provocado cambios significativos en el medio ambiente, desde problemas que corresponden al propio calor como sequías o incendios, hasta otras perturbaciones en la cantidad, localización y fuerza de fenómenos climatológicos como huracanes o inundaciones.
Cómo afecta el cambio climático a la agricultura
El cambio climático y la agricultura son 2 procesos que van de la mano. El cambio climático perjudica las actividades agrícolas, entre los cuales destacan los cambios en la temperatura y las precipitaciones; cambios en la cantidad y variedad de enfermedades y plagas a las que se enfrentan las plantas; o cambios en la concentración de dióxido de carbono atmosférico y ozono, así como otros nutrientes necesarios para los cultivos. No obstante, estos cambios no afectan a todas las regiones del planeta por igual. En general, los países situados en latitudes bajas son los que más van a sufrir las consecuencias del cambio climático, perdiendo en algunos casos hasta el 40% de la tierra cultivable disponible en la actualidad.Por otro lado, la relación entre cambio climático y agricultura también surge cuando la agricultura, especialmente en sus variantes más tradicionales y/o extensivas, contribuyen de forma cuantiosa en la producción de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Es por ello que el principal objetivo de la agricultura es el de evolucionar a otros métodos de explotación más sostenibles y ecológicos sin perder rendimiento por el camino.
Agroecología, una alternativa sostenible
Entre las soluciones para el cambio climático en la agricultura encontramos en la denominada agroecología, con ideas como la agricultura sostenible o la agricultura de precisión, que poseen una serie de técnicas agrícolas que se basan en el conocimiento biofísico y ecológico en aras de disminuir considerablemente, si no eliminar, el uso de productos químicos para mantener la fertilidad del suelo; controlar las plagas, la maleza o enfermedades; o mantener el rendimiento de los cultivos. Por ejemplo, al practicar la rotación de cultivos, los insectos que se sienten atraídos por un determinado cultivo desaparecerán debido a que su fuente de alimento no estará disponible durante todo el año, haciendo más difícil su supervivencia.Uno de los principios clave de la agroecología es el de la diversificación de sistemas agrícolas. La existencia de más de un cultivo en un campo se puede lograr con la anteriormente mencionada rotación de cultivos, con cultivos intercalados o con cultivos de cobertura. Algunas de estas técnicas se usan con éxito también en silvicultura. Para aportar suplementos de nutrientes, este enfoque sostenible prioriza el uso de estiércol o residuos orgánicos por encima de productos químicos que puedan contaminar el medio ambiente. Otro punto positivo de la agroecología es que busca reducir la pobreza y la exclusión social, enfocándose a la sociedad en general.
Tecnología satelital para ayudar a afrontar el cambio climático en la agricultura
La tecnología satelital es uno de los grandes aliados de la humanidad, pues con sus datos se ha conseguido entender el fenómeno del cambio climático y qué soluciones pueden mitigar sus consecuencias. Mediante satélites, boyas y otros dispositivos ha sido posible recoger pruebas de los efectos del cambio climático para poder luchar contra él.En el ámbito de cambio climático y agricultura, la tecnología satelital es la base de numerosas herramientas de software para la agricultura, entre los que destaca EOS Crop Monitoring. Es una plataforma en línea de análisis de datos de satélite que permite a los agricultores adaptarse a la agricultura sostenible y de precisión, aplicando numerosos índices de vegetación y creando mapas de vegetación y productividad para una aplicación de tasa variable de insumos, lo que conduce a mantener la productividad y rendimiento del campo disminuyendo los costes y protegiendo el medio ambiente.
Otras funciones importantes de EOS Crop Monitoring están relacionadas con la meteorología, como la previsión para los próximos 14 días; datos sobre precipitaciones, que ayudan a planificar mejor las actividades de campo como el riego; o datos meteorológicos históricos, que permiten conocer la tendencia respecto al clima en un campo, región o país. Además, la plataforma cuenta con notificaciones automáticas en caso de que se produzcan cambios en el campo, de modo que se pueda reaccionar a tiempo a cualquier problema que surja. Todo el conocimiento posible a disposición del usuario para que no haya excusas para no sumarse a la lucha contra el cambio climático.
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