La biomasa es un tipo de energía renovable que se deriva del aprovechamiento de la materia orgánica o industrial a través de la combustión de esta. Lo que conlleva a que sea la energía que representa mayor futuro y potencial en nuestro país.
Esta es generada principalmente por el uso de sustancias derivadas de “los residuos de las actividades forestales, agrícolas y ganaderas hasta la fracción orgánica de los residuos domésticos e industriales”. Son utilizados para fines energéticos y estos pueden ser tanto sólidos como líquidos.
En España los biocombustibles son usados para fines térmicos y eléctricos o como biocarburantes, siendo estos muy populares en plantas de generación de calor y en sistemas eléctricos, también son ampliamente usados en aplicaciones para el tráfico y transporte.
Es importante destacar que el uso de la biomasa como energía renovable alcanza “el 45% de energía, representando el 2,9% del consumo en todo el territorio español”.
Si observamos detenidamente, en España, el consumo del petróleo sigue siendo superior al resto de las otras energías con un “48,8% aproximadamente seguido del uso de gas natural (24%) como consumo de energía primaria”.
Esta situación coloca a España en desventaja frente a otros países de la Unión Europea. A pesar de ello se ha incrementado en los últimos años un “10% del uso de biomasa”.
Por ello, España se ubica en el sexto lugar de producción de energía a partir de biomasa, después de Alemania, Francia, Suecia, Finlandia y Polonia. Así mismo, “la tasa de generación es de 0,103, estando por debajo de la Unión Europea que es de 0,158”.
Según la “Agencia Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM)”, este sector no solo es importante para el ambiente sino que también mejora indicadores en el área socioeconómica del país.
Para el 2018 se generaron en toda España “870 millones de negocios derivados de la biomasa, lo que permitió crear 950 nuevos puestos de trabajo, lo que representa 9.600 personas empleadas en este sector”.
Existen cada vez más personas laborando en el área de producción y comercialización de pellet, astilla, leña, huesos de aceitunas y otros combustibles, en zonas rurales del país, lo que resulta una excelente solución al abandono de estos espacios de tan gran importancia para el país.
Con el uso de biomasa como generador de energía renovable se han evitado en los últimos años “la emisión de 4 millones de toneladas de CO2”, considerando este tipo de energía como un instrumento indispensable en la estrategia nacional para la disminución de emisiones contaminantes a la atmósfera.
Andalucía como ejemplo para España
Actualmente el mayor consumo de biomasa se origina en Andalucía, Galicia, así como en Castilla y León. De todas estas comunidades “el 40% de su potencial se encuentra en Andalucía, contando con 18 plantas de generación eléctrica, las cuales producen 208,70 MW del total de capacidad instalada”.
Este consumo se debe a que en estas comunidades es donde se desarrolla el sector forestal de España. Andalucía por su parte, “es la principal generadora de energía eléctrica mediante el uso de biomasa, proveniente del gran número y de grandes industrias agroalimentarias que allí se ubican”.
Así pues, en Andalucía existen “siete plantas de producción de biocarburantes tantos puros y aditivos, de las cuales cinco son de biodiesel y dos de Etil Terbutil-Éter”. Esta comunidad destaca y funge como ejemplo a seguir para las demás comunidades autónomas del país.
En la actualidad existen diversas plantas en fase de construcción a lo largo del territorio español y esto es debido a los excelentes resultados obtenidos en Andalucía.
Redacción | Luis Camilo Rivas Amaro.
Licenciado en Geografía y Fotógrafo profesional