Ya habíamos visto ejemplos similares, como los edificios de Milán también en Italia, o el edificio planeta en la ciudad de Barcelona.
El edificio fue construido en la ciudad italiana de Turín. Su estructura es de acero y madera, todos los pisos tienen terrazas que se propagan a través de la fachada conectadas con unos maceteros de acero gigantes de donde salen árboles y plantas de distintos tamaños, la idea es cambiar la idea de edificios con espacios cerrados y sin vida por espacios permeables, cambiables y habitables.
De acuerdo con los detalles del proyecto, la estructura cuenta con 150 árboles altos, además de otras 50 plantas. Esta vegetación produce 150.000 litros de oxígeno por hora. Durante la noche que son capaces de absorber hasta 200 litros de dióxido de carbono.
Este formato crea un microclima ideal en el interior, reduciendo el calor extremo durante el verano y frío en invierno. Todo ha sido dispuesto estudiando para que los árboles proporcionan sombra en el verano y permitan el paso de los rayos de sol en el invierno.
Quien mira hacia afuera desde uno de los apartamento se puede sentir como en una cabaña en el bosque. Pero esta no es la única estructura que hace diferente a este complejo; que cuenta con 63 unidades residenciales. Entre otras ses incluyen: aislamiento térmico, paredes ventiladas, protección de la luz solar directa, sistemas de calefacción que utilizan agua subterránea y agua de lluvia recogida, almacenamiento y reutilización de aguas para el riego.
Los árboles utilizados en la fachada verde son de diferentes alturas, que van desde 2,5 a nueve metros de altura. Según el arquitecto, cuando toda la vegetación está en plena floración, los residentes sienten que viven en una casa del árbol.