Hace 2 años comenzó mi inquietud para intentar participar en este proyecto en India a través de contactos con AKSHY, búsqueda de información, funciones a desempeñar, formación, requisitos generales necesarios, …
Una vez ya todo previsto, más de 4 semanas de estancia en el país asiático nos esperaban. Tras este periodo puedo decir que la experiencia ha sido muy gratificante por varios motivos.
Después de conocer la escuela Akshay en Amwan, Bodhgaya, su personal, alumnos y profesores, Carmen y yo empezamos nuestra labor. Nos esperaban unos días de práctica, conocimiento, diversión, intercambio de experiencias, colaboración, risas, …
Esas mañanas inolvidables de bicicleta, oración, Local News, himno nacional, experiencias personales, … unidas a sesiones de carreras, desplazamientos diversos, juegos variados, bailes y ritmos corporales, deportes, actividades cooperativas, competiciones lúdicas por equipos, dinámicas de grupo, juegos sensoriales, clases de inglés, … hicieron increíbles nuestra estancia en esta escuela.
Tanto en la escuela Akshay como en la de Kamal conviven niños y profesores tremendamente amables y agradecidos. Con un programa de 16 valores importantísimos para la vida, que unidos a programas de mircocréditos a mujeres de los pueblos, corte y confección, ayuda a discapacitados y mayores, …hacen de estas escuelas una gran labor para el desarrollo de los pueblos donde se ubican. Desde el primer momento, todo el personal de las mismas se mostró abierto e integrador con nosotros, muy dispuesto a la colaboración y realización de las actividades y siempre atento para todo.
En las escuelas, los alumnos tienen sus clases de Inglés, Hindi, Matemáticas, Informática, entre otras, que pudimos conocer entrando a las mismas. Se puede ver la buena predisposición del alumnado para aprender (incluido el alumnado que ya pasó por la escuela y se encuentra en cursos superiores, a quienes aprovecho para enviar un gran abrazo) y de los docentes para enseñar, además del interés del personal de las escuelas para preparar y llevar a cabo varios días conmemorativos referentes al Día de la Independencia o al Día del Maestro, que vendrá posteriormente.
Pero lo que más me ha llamado la atención es la gran amabilidad de la gente de los pueblos, de los maestros, de los alumnos y de sus sonrisas, de las familias que he conocido y he tenido la oportunidad de estar con ellas, los alimentos y comida, la aldeas y pueblos que rodean Bodhgaya, los maravillosos paisajes naturales que se pueden observar desde cualquier punto y los campos de arroz existentes, los colores vivos de todos los estímulos que nos ofrece el país, los medios de trasporte, … Es decir, la gran variedad de aspectos culturales y tradicionales de un país con una gente increíble.
Es difícil poder ayudar y actuar en 1 mes en una estructura educativa y social de una zona concreta.
Por lo que lo más importante para mí, es la gran experiencia personal que he podido vivir, dándome cuenta de las características con las que convive diariamente una sociedad que tiene necesidad de recursos para crecer y desarrollarse adecuadamente (analfabetismo, baja escolarización, abandono escolar, pobreza, bajos recursos económicos, falta de acondicionamiento en viviendas familiares, escasa oferta laboral, …) y, aún así, se muestran solidarios y comparten lo que pueden con otros.Por último, sólo resaltar la gran labor que desarrolla esta asociación en la Educación de estos niños y comunidad, en general, con una planificación en sus actuaciones y posterior seguimiento para la mejora de la calidad humana. Por ello, animo al personal responsable de AKSHY a que siga en esta línea de trabajo para la formación de los niños, mujeres, familias, adultos, mayores, …
Sin más, agradecer a los alumnos y profesores de las 8 clases de la escuela Akshay en Amwan y de las 2 de la escuela Kamal y, en especial a Raquel, por la posibilidad que me han ofrecido de conocer la realidad que se vive en esta zona rural de India, ya que la experiencia vivida ha sido muy gratificante, inolvidable y muy enriquecedora, a nivel personal.
Espero que los niños nunca se olviden de jugar y pasarlo bien. Un abrazo y hasta siempre.
José Manuel Rozalén Oliver - voluntario 2015