La emisión de gases de efectos invernadero, de los que el carbónico representa la porción más grande, es la causa más probable del calentamiento global que estamos registrando en las últimas décadas. Para que este cambio meteorológico no llegue a consecuencias funestas para el ecosistema tierra, es imprescindible que nuestra sociedad reduzca el uso de combustibles fósiles. También debido a las dificultades de los países en encontrar un acuerdo común para disminuir el consumo energético de fuentes no renovables, de los que hemos hablado en este otro artículo, la responsabilidad de conseguir este objetivo recae principalmente en los individuos.
Con esto no queremos decir que no haya personas más responsables de otras en asuntos relacionados al calentamiento global, como sin dudas tienen los directivos de las grandes empresas, los miembros de gobiernos o dirigentes de organizaciones internacionales con mucho peso político. No obstante, la contribución de particulares resulta de fundamental importancia, y solo un esfuerzo conjunto de todos puede facilitar que nos transformemos en una sociedad sostenible. A continuación, te presentamos diez consejos prácticos con los que puedes empezar hoy mismo a reducir tu impacto sobre el medioambiente.
1 - ¡Hazte oír!
Éste es seguramente la contribución más grande que puedes aportar para frenar el cambio climático. Expresando tus preocupaciones de forma clara y razonada vas a favorecer la formación de un movimiento ciudadano crítico con las políticas medioambientales, que antes o después forzará la administración a actuar en consecuencia.
2 - Contrata un proveedor de electricidad renovable
Más del 25% de las emisiones de carbónico provienen de la industria eléctrica, que consuma principalmente carbón y gas. Elegir un proveedor que gestiona exclusivamente energía proveniente de fuentes renovables, como el eólico o la solar, significa reducir tu huella de forma contundente. Además, la mayoría de los proveedores sostenibles ofrecen tarifas equivalentes a las que proponen las empresas eléctricas de toda la vida, por lo cual el cambio no debe representar una subida del gasto familiar. Para alimentar las instalaciones de Ferbai que tenemos en Murcia hemos elegido a la Cooperativa La Solar, pero en el mercado hay muchas propuestas que se adaptan a las exigencias de todos.
3 - Introduce buenas prácticas en tu puesto de trabajo
En el entorno laboral podemos llegar a consumir la misma o más energía de la que gastamos en casa. Abogar para un buen uso de los recursos contribuye a reducir tu huella a la vez que generas un ahorro para tu centro de trabajo. Medidas sencillas como apagar las luces y los ordenadores, imprimir a doble cara, reducir el uso de plástico en la cafetería, instalar puntos para el reciclaje, limitar el uso de la calefacción, todas suman para bajar el consumo innecesario. No obstante, lo más importante de todo va a ser la capacidad de involucrar a tus compañeros en este proceso. Infórmales y hazle la vida fácil si quieres que sigan tu ejemplo.
4 - Aliméntate con sostenibilidad
La producción de comida absorbe mucha energía, y es posible reducir tu huella simplemente eligiendo una dieta responsable. Buenas prácticas en éste ámbito incluyen: consumir alimentos de temporada y producidos cuanto más cercano mejor; limitar los comestibles muy procesados y apostar para una dieta saludable; reducir el consumo de carne; preferir alimentos ecológicos; aprovechar las sobras y utilizar alimentos crudos.
5 - Prepara las comidas sin desgastar energía
Quitando la calefacción, gran parte de nuestro consumo energético doméstico se concentra en la conservación y preparación de los alimentos. Además de elegir un frigorífico de bajo consumo (véase siguiente punto), emplear estos pequeños consejos puede reducir notablemente tus emisiones: controla el consumo de agua; no desperdicie la energía de los fogones, procurando que la llama no supere el fondo de la olla; apague el fuego unos minutos antes de terminar la cocción para aprovechar la inercia térmica; usa lavavajillas inteligentes; emplea más la olla a presión y menos el horno; y por último, y más importante, no desgaste la comida que has cocinado.
6 - Opta por electrodomésticos ecoeficientes
El frigorífico por si solo suele consumir entre un 20 y un 30% de la electricidad doméstica. Su cuidado es por lo tanto fundamental para ahorrar en tu factura energética. Deberías por ejemplo tratar de tenerlo lleno, aunque sea de agua, y mantenerlo abierto lo menos posible. En la lavadora y en la lavavajilla, además de elegir un consumo adecuado a tus necesidades a la hora de comprarlas, intentar usar siempre los programas ecológicos y de ciclo corto. Por otro lado, los aparatos de aire y las bombas de calor son lo menos eficiente para gestionar la termorregulación de la vivienda. Para todos los electrodomésticos de menor tamaño y consumo, cuidar siempre que se queden apagados (desenchufados) al terminar de utilizarlos. Y para la iluminación, no puedes prescindir de bombillas de última generación, que llegan a gastar un décimo de las clásicas de tungsteno.
7 - Piensa en una movilidad ecológica
Es muy probable que un 15% de tu huella de carbono derive del uso de los medios de transporte, por eso sigue el sentido común para planificar tus movimientos. En donde puedas, elige andar o emplear la bicicleta. Si esto no es una opción, piensa en el transporte público, una buena manera de compartir el consumo. Además, reduce el uso de los aviones todas las veces que puedas, prefiriendo el tren. Por último, considera la posibilidad de un coche eléctrico, o cuanto menos híbrido o de bajo consumo. Además, mantener las ruedas propiamente infladas puede hacerte ahorrar un 10% de combustible.
8 - Aísla bien tu casa
El gasto energético en mantener la vivienda a la temperatura deseada es muy elevado, especialmente si la misma tiene fugas de aire o paredes que facilitan la difusión de calor. Revisa con un profesional que tu espacio sea energéticamente eficiente, invirtiendo en materiales aislantes para reducir tus futuras facturas.
9 - Reducir, Reutilizar, Reciclar
La regla de oro del consumo responsable, cimiento de todas medidas de reducción de la huella de carbono.
10 - Planta árboles
De todos los seres vivos, los que cumplen la fotosíntesis son los únicos capaces de secuestrar dióxido de carbono de la atmosfera e incorporarlo en la sustancia orgánica.
Cultivar plantas perennes es por lo tanto una buena práctica para contrarrestar tu huella. Existen asociaciones que te ayudan a compensar tu consumo o empresas que te permiten pagar un pequeño extra a la hora de la compra para equilibrar el coste energético de lo que quieres adquirir. Dedica unos minutos para considerar cuales de estos consejos prácticos pueden tener el mayor impacto en reducir la huella que deja tu estilo de vida.