Desde que se consolidara la Organización Nacional de las Naciones Unidas, mucho se ha hablado sobre velar por los derechos de las mujeres, pero no ha sido hasta 1995, con la IV Conferencia Mundial de la Mujer, cuando se acordó, previa formulación en el texto oficial, reivindicar los derechos de las minorías étnicas en zonas rurales, dónde se trata los problemas de discriminación cultural donde la Mujer indígena es protagonista.
La nueva formulación del texto en relación a las minorías de mujeres indígenas y los problemas de discriminación cultural, dice así: “Mejorar la condición de todas las mujeres y procurar prestar especial atención a los grupos de mujeres que se encuentran en situación de alto riesgo, como es el caso de las mujeres rurales, indígenas, discapacitadas, refugiadas y desplazadas”.
Visión general de la problemática
Cuando hablamos de discriminación cultural, hacemos referencia a la marginación social de un colectivo o persona por rasgos raciales, ideológicos o religiosos, eminentemente. En el caso de las mujeres latino americanas, son las indígenas las que sufren en su mayor parte este tipo de discriminación.Según datos recientes, en América Latina y el Caribe existen más de 10 millones de personas indígenas, lo que equivale a un 10% de la población. De ése porcentaje, se estima que un 59% son mujeres.
Los pueblos indígenas se diferencian en muchos aspectos del resto de la población local. A pesar de que no podemos generalizar y denominar a la gran masa de mujeres indígenas como un todo, debido a la cantidad de matices que les separan dependiendo del país del que estemos hablando, sí que comparten una serie de rasgos comunes que merece la pena destacar:
Factores que influyen la discriminación
La discriminación social viene derivada, en gran parte, por la evolución económica que se ha dado en el país a lo largo de los años, incluso siglos. Si bien antes de la colonización española, existían pocos indicios de discriminación étnica, pues no se habían ‘mezclado’ con los españoles, tras la Conquista de América que duró 500 años, los pueblos indígenas y en concreto las mujeres, sufrieron todo tipo de marginación y abusos cuyas consecuencias perduran a día de hoy.
Otras variables son la cultural y la tradicional. De cara al exterior o en comparación con la mujer latina no indígena, las indígenas son infinitamente más pobres, sus labores son eminentemente agrícolas y a pesar de que culturalmente la mujer indígena tiene un papel muy importante en cuanto a transmisión de los saberes y la cultura popular, su aparición es prácticamente nula en facetas que puedan contribuir al desarrollo de su comunidad, como el acceso a un trabajo medianamente remunerado, la emancipación económica o la planificación familiar.
¿Por qué y en qué ámbitos son discriminadas?
La razón principal de la discriminación social de la mujer indígena es la pobreza. Pero la desigualdad está presente en otros niveles. l primero es el económico, porque, como decíamos antes, apenas contribuyen a la economía familiar o comunitaria, y su papel queda muy reducido al ámbito doméstico.La educación es otra gran traba en su proceso de igualdad con respecto a los varones. Como ocurre en multitud de países subdesarrollados, es el colectivo femenino el más dañado por la lacra del analfabetismo; ser pobre y analfabeta, en un área rural es un caldo de cultivo donde la marginación y la anulación de los derechos de la Mujer se ceban, muchas veces en silencio.
La salud. Aunque debido a su raza, adecuada a la climatología y al terreno que habitan, las indígenas son, por lo general, más longevas y gozan de una salud bastante fuerte, las carencias a nivel sanitario y la ausencia de recursos de en las áreas rurales hacen que todavía a día de hoy, muchas mueran al dar a luz, o debido a una neumonía no tratada por ejemplo. Diferentes organizaciones no gubernamentales han dado la voz de alerta sobre la situación en diferentes zonas indígenas de Latinoamérica con la esperanza de que se cubran las necesidades sanitarias antes que cualquier otra carencia.
Comparativa con la mujer indígena en España
A la indígena se le suelen, además, asociar 3 handicap: ser mujer, ser indígena y ser pobre, pero además, cuando ésta traspasa su frontera en busca de una vida mejor, se le une otra connotación inevitablemente negativa en muchos contextos: ser inmigrante.Aunque el Estado español en su constitución reconoce los derechos de los inmigrantes y el amparo legal y político de las mujeres indígenas que llegan a nuestro territorio, siempre hay carencias que con el paso del tiempo y la formación de asociaciones y organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro, intentan paliar.
La discriminación cultural de la mujer latina indígena en Europa y concretamente en España, deriva de un sentimiento de rechazo, obviamente injustificado, debido a su lugar de procedencia y probablemente esto se vea acentuado por unos rasgos muy específicos: piel morena, pelo lacio y negro, rasgos fuertes que recuerdan a las primeras tribus indias de América, y constitución frágil y generalmente baja de estatura.
A pesar de los casos de marginación que se sufren a lo largo y ancho de los territorios español y latinoamericano, el balance que hacemos en cuanto a la lucha por los derechos de estas mujeres siempre es positivo y da mayor pie a la formación de comunidades y asambleas, locales, internacional y en los últimos dos años, virtuales, para dar cabida a estas reivindicaciones en todo el mundo.
Fuentes: Encuentrofeminista.org, Seminario internacional de Pueblos indígenas, Chile, 2005. Constitución Española
Fotos: Encuentrofeminista, Palabra de mujer, Katarí.es