Poco más de 30 por ciento de las especies de cactus en el mundo están amenazadas por peligro de extinción y casi la mitad de las mil 480 variedades existentes se encuentra sometida a presiones antrópicas, es decir, aquellas producidas por la actividad humana como el comercio ilegal de plantas vivas y semillas, según dio a conocer la doctora María Esther Quintero Rivero, subcoordinadora de Especies Prioritarias de la Dirección General de Análisis y Prioridades de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).
"El tráfico ilícito de cactus supera incluso al que también padecen mamíferos como elefantes o rinocerontes, además de algunas aves", informó la economista Inger Andersen, directora general de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), a través de un comunicado de esta organización medioambiental con presencia en más de 160 países.
En el marco de la evaluación global de cactáceas que la UICN coordinó a finales de 2015, la Conabio financió tres talleres para, conforme a los criterios de la UICN, evaluar el estado de conservación y amenazas de las cactáceas mexicanas. Además elaboró más de 500 mapas que ilustran la distribución nacional de estas plantas, disponibles en su GeoPortal.
A decir de la Conabio, los resultados de esta primera evaluación mundial indican que el comercio ilegal de plantas vivas y semillas para la industria hortícola, así como su explotación no sostenible, son las principales amenazas para las cactáceas, donde 86 por ciento procede de poblaciones silvestres y desafortunadamente gran parte de este comercio ilegal lo promueven coleccionistas europeos o asiáticos.
En este sentido, el doctor en Ciencias especialista en cactáceas Rolando Tenoch Bárcenas Luna, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señala que los productores mexicanos también se quejan de una competencia desleal por parte de comercializadores de plantas adquiridas de forma ilegal, generalmente extraídas de sus hábitats naturales.
"La legislación mexicana en materia de recursos naturales prohíbe el comercio de ejemplares, partes o sus derivados colectados directamente de sus hábitats para su venta o comercialización pero permite, con las autorizaciones adecuadas, la colecta de un reducido número de ejemplares para su propagación y posterior comercialización", afirma el biólogo Bárcenas Luna en su artículo Comercio de cactáceas mexicanas y perspectivas para su conservación.
El exbecario del Conacyt considera que el comercio ilegal no solo atenta contra la conservación de las poblaciones naturales y los productores establecidos que cumplen con todos los requerimientos de ley, "perjudica también a la población en general, al no pagar impuestos y provocar condiciones que empobrecen nuestra diversidad biológica".
La CITES en México
Para evitar el declive de los cactus se debe combatir el comercio ilegal de vida silvestre y reforzar la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), comentó la ambientalista Inger Andersen, quien trabajó en el Banco Mundial y en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Al respecto, el biólogo Hesiquio Benítez Díaz, director general de Cooperación Internacional e Implementación de la Conabio y titular de la Autoridad Científica CITES de México , refirió que la CITES tiene por finalidad velar por que el comercio internacional (legal) de especímenes de animales y plantas amenazados no constituya un peligro para sus poblaciones silvestres.
"La CITES funciona a través de un sistema de permisos y certificados para la importación, exportación y reexportación de especies (ejemplares, partes y derivados) enlistadas en sus apéndices. En términos generales, todas las especies de cactáceas están amparadas por la CITES", relató Benítez Díaz y agregó que la Conabio ha coordinado varios proyectos enfocados en generar información para mejorar el conocimiento y la implementación de la CITES para cactus mexicanos, como el saguaro (Carnegiea gigantea) y especies del género Sclerocactus.
Actualmente el mercado internacional de cactáceas está dominado por plantas cultivadas en Europa y no en México, por ello es importante identificar y apoyar las iniciativas nacionales dirigidas a la conservación y al uso sostenible de cactáceas mexicanas que puedan destinarse al comercio internacional generando beneficios para las comunidades locales. Es importante señalar que el aprovechamiento de las especies mexicanas incluidas en la lista roja nacional dentro de la NOM-059-SEMARNAT-2010, se encuentra regulado por la Ley General de Vida Silvestre, dijo el especialista Benítez Díaz.
En un análisis derivado de la Norma Oficial Mexicana (NOM-059-ECOL-1994) se expone que la NOM-059 incluye 257 especies de cactáceas bajo alguna categoría de riesgo, de las cuales 24 están en peligro de extinción, 96 amenazadas, 135 raras y dos sujetas a protección especial. Es decir que cerca de la tercera parte de la flora cactológica mexicana está amenazada y del total de estos cactus, 238 especies, equivalentes a 92 por ciento, son endémicos.
Importancia de los cactus
Los cactus son una destacada fuente de alimento y agua para varias especies de vida silvestre (como venados, ratas de bosque, conejos, coyotes, pavos, codornices, lagartijas, tortugas) que a su vez actúan como dispersores de sus semillas. Las flores de cactus también proporcionan néctar a los colibríes, murciélagos, abejas, polillas, entre otros animales, muchos de los cuales polinizan las plantas, detalló la doctora Quintero Rivero.
Asimismo, los seres humanos los utilizan en gran medida para el comercio hortícola, alimentación y medicina. Sus nutritivos frutos y tallos constituyen un buen alimento para las comunidades rurales. El valor nutricional de los nopales, cuyo nombre científico es Opuntia ficus-indica, es muy alto y las raíces de especies como Pezuña de Venado o Ariocarpus kotschoubeyanus se emplean como antiinflamatorios.
México es el centro más importante del mundo en concentración de cactáceas, posee el mayor número de especies y endemismos, cerca de 78 por ciento solamente crece en el país. Sin embargo, su posición en el comercio internacional con relación a su diversidad no es la mejor porque tan solo en el desierto de Chihuahua existen 329 especies de las cuales únicamente se comercializan 88 al exterior.
La pérdida de hábitats, las especies invasoras, la sobreexplotación, contaminación y el cambio climático son factores comunes que inciden negativamente en plantas y animales.
Fuente: CONACYT