Para más del 60% de las mujeres de Costa de Marfil, la alfabetización es todavía una asignatura pendiente y al mismo tiempo un factor de discriminación, otro más, frente a los hombres.
Las mujeres que viven en zonas rurales de Costa de Marfil asumen el cuidado de la familia y el hogar. También trabajan en pequeños campos familiares y muchas de ellas, se asocian en cooperativas para cultivar campos comunitarios y comercializan sus productos.
El alto grado de analfabetismo entre las mujeres contribuye a la mala gestión económica de sus negocios, a la pérdida de beneficios y al aprovechamiento de personas sin escrúpulos que ven en ellas unas víctimas fáciles para robarles parte de lo que habían adquirido por derecho propio.
La iniciativa de varias asociaciones comunales, Sapharm y Global Humanitaria iniciaron en 2008 varios cursos de alfabetización en 26 aldeas y barrios urbanos de la ciudad de Daloa, zonas en las que en analfabetismo femenino, según estudios locales, supera el 75%. Estos cursos han alcanzado a más de 1.200 mujeres en varias ediciones.
Cada aldea organiza los cursos según la conveniencia de las alumnas. Cada semana se hacen unas 3 horas de clase distribuidas en 2 ó 3 días. Las alumnas deben atender la casa, a sus familias y negocios y en algunos casos recorrer varios kilómetros para poder asistir a las clases, pero aún así, la asistencia es alta y se ha mantenido durante todas las ediciones.
Las diferencias en el grado de escolarización de mujeres frente a los hombres aumentan en Costa de Marfil a medida que avanza la edad de las niñas. Existe la creencia en este país de que la mujer debe consagrar su vida a los trabajos domésticos y al cultivo de los campos. El cuidado de los padres y posteriormente de su marido e hijos constituye todo su obligado universo.
Fuente: Global Humanitaria