La formación de hielo, siempre ha representado una de las situaciones más problemáticas, a las que se tienen que enfrentar los ciudadanos y las autoridades de las regiones, donde cada año el frío y el agua, que se transforma en hielo, causan estragos, los cuales en muchos casos resultan ser peligrosos, principalmente por los aludes que se forman tanto en estructuras de casas y edificios, como en las calles y avenidas, no solamente aumentando la baja temperatura, lo que imposibilita salir de casa para las ocupaciones cotidianas laborales, educativas y personales, que se ven mermadas ante la aparición del hielo.
En la vía, el hielo ha sido causante de muchos accidentes, y ha costado la vida de muchas personas. Principalmente de conductores que transportan alimentos desde una región a otra, o aquellas personas cuyos trabajos se encuentran un poco retirados de su hogar. Lo resbaladizo que se torna la vía ha sido un serio problema a resolver.
Ante esta situación, se han establecido buenas ideas que puedan ayudar a eliminar la formación de hielo, el cual obviamente sirve para mejorar las condiciones viales, principalmente en esas épocas donde la temperatura ocasiona estragos.
Es común, que en la carretera y autopista muchas veces las autoridades se preparan con un número grande de sacos de sal, los cuales se esparcen por todas las horas donde seguramente aparecerá hielo.
Ante esta situación muchos piensan que el uso de la sal ayuda significativamente a derretir el hielo formado en las carreteras, sin embargo, este derretimiento no ocurre específicamente por esparcir sal justo en ese momento, sino que debería ser antes de la aparición de temperaturas bajo cero.
El proceso se basa en la afinidad química que tienen la sal y el agua. La sal está formada por cloruro de sodio (NaCl) en forma de cristal y a su vez forman los mismos átomos de sodio contenidos en el cloro. Estos se mantienen agrupados por una fuerza electrostática. El cloro le da un electrodo al sodio, por lo que queda un electrón con una carga negativa y otro electrón positivo.
Este mismo proceso ocurre de igual forma en las moléculas de agua, cuyos componentes también tienen carga. El oxígeno tiene un aspecto negativo en dicha carga, y los dos átomos de hidrógeno el positivo. Esto hace que el hidrógeno se mantenga unido al oxígeno.
Cuando la temperatura basa de cero grados, las moléculas tienen un movimiento bastante rápido y esto hace que no se pueda unir. Esto es que el estado líquido tal como lo conocemos. Pero cuando la temperatura baja significativamente por debajo de cero, entonces ocurre un fenómeno conocido como los puentes de hidrógeno, que no es más que la atracción entre el oxígeno y el hidrógeno contenido en las moléculas.
Es en este proceso donde la sal es protagonista. Cuando se vierte o se pone en contacto con el agua, los componentes de cloro y sodio se mantienen a flote, uno de ellos apartara el hidrógeno y la trae, lo mismo hace el otro con el oxígeno, entonces ocurre fenómeno de la ruptura de estos llamados puentes de hidrógeno.
Es por esta razón que el agregar sal a las carreteras y avenidas hacen que el agua no pase al estado sólido, sino que siga su curso de forma líquida.
La aplicación de esta técnica, que no es más que un proceso químico aplicado al ambiente, se efectúa en los momentos donde todavía no ha aparecido el hielo. Esto por supuesto contribuye a evitar el congelamiento del agua.
Aunque este sistema se puede aplicar también cuando se han formado capas de hielo, funciona eficazmente, pero tarda un poco más, por lo que es ideal siempre actuar con prevención y aplicarlo ante los pronósticos del tiempo que avisan bajas de temperaturas.
Lamentablemente la aplicación de esta técnica también puede ser negativa. Principalmente en lo que se refiere al medio ambiente. La sal aplicada en las avenidas y carreteras tiende a elevar los niveles del cloro y del sodio, los cuales podrían llegar hasta la tierra y serán succionados por las plantas secándose. Esto por supuesto implica una consecuencia negativa para las zonas de vegetación adyacentes a la carretera.
Sin embargo, también existen fórmulas aplicadas con sustancias como el acetato de calcio y magnesio, así como el acetato de potasio que no resultan tan perjudiciales para el ambiente y el medio natural, sin embargo su costo es muy elevado, inclusive mucho más que la aplicación de la sal.
La sal también puede ser perjudicial para los vehículos que transitan por las carreteras y avenidas, ya que afecta de forma directa a los neumáticos, formando también oxidaciones en los componentes de metal. La sal, también puede ser perjudicial para los animales que caminan encima de ellas, así como también para los cultivos.
Ante esta situación existen otras alternativas que podrían están dando resultados positivos.
En muchos lugares se está implementando la mezcla de maíz, con productos sostenibles como la remolacha y el azúcar, el cual podría ser una alternativa. Algunos estudios han revelado que funciona eficazmente sustituyendo la sal convencional.
La tecnología seguirá avanzando, y seguramente en los próximos tiempos podríamos ver nacer algún componente, que no sea perjudicial para los factores ambientales y agrícolas, y que la vez sea eficaz para prevenir la formación de hielo en las carreteras y autopistas, pero que principalmente sea asequible y menos costoso, inclusive, que se pueda aplicar hasta en los techos de las casas y los edificios.
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Pedro Churion l Redactor Especialista