Al realizar este cambio:
Evitas exponerte a ingredientes dañinos para la salud como el cloro y el amoniaco.
Evitas el impacto ecológico de esos ingredientes.
Reduces la cantidad de envases de plástico que desechas.
Te ahorras mucho dinero. En serio, los productos de limpieza comerciales son bastante caros.
¿Cuáles son esos ingredientes mágicos? Los 4 más básicos son estos:
Jabón biodegradable. Puede ser líquido o en barra. El líquido es más práctico, pero viene en envase de plástico. Si vas a comprar este asegúrate de que se reuse el envase o se recicle. El de barra, sobre todo si no tiene envoltura o es de papel, es la opción con menor impacto ecológico. El jabón de castilla es la opción más natural y versátil (sirve también para la higiene personal), pero también puedes usar un detergente para platos biodegradable, en cualquier supermercado puedes conseguir un par de marcas diferentes. En tiendas especializadas o ecológicas encuentras más variedad de marcas nacionales e importadas.
Bicarbonato de sodio. Absorbe olores y es un abrasivo suave por lo que sus aplicaciones son muy variadas. Una variación de este producto es el carbonato de sodio, tiene un pH más alto y es muy efectivo para potenciar el efecto de los detergentes de ropa, entre otras cosas; pero no es fácil de conseguir en México (sólo en droguerías especializadas).
Vinagre blanco. Es un ácido suave que limpia y desinfecta (elimina el virus de la influenza y las bacterias más comunes). Además funciona como suavizante de telas. En combinación con bicarbonato de sodio puede destapar tuberías y limpiar el horno.
Agua oxigenada. Seguramente lo conoces como elemento del botiquín por sus propiedades desinfectantes. Pues estas mismas propiedades hacen que sea una buena opción para desinfectar diversas superficies en el hogar. También sirve para blanquear ropa y remover distintos tipos de manchas.
Teniendo sólo esto en casa podemos limpiar todo. Opcionalmente podemos complementarlos con:
Jugo de limón. Sirve para blanquear y desmanchar ropa.
Oxyclean (blanqueador a base de percarbonato de sodio). Es una excelente alternativa al cloro para la ropa, pues además de no ser peligroso para la salud, su impacto ambiental es muy bajo. Es un mezcla de peróxido de hidrógeno (agua oxigenada) y carbonato de sodio. Es excelente para blanquear y desmanchar ropa, pero se activa con agua tibia o caliente, es decir que en agua fría no actúa tan bien. Idealmente evita las marcas que tengan fragancias o colorantes artificiales. También puedes hacer a versión casera mezclando agua oxigenada con bicarbonato de sodio.
Borax. Tiene propiedades similares al bicarbonato de sodio, pero con un pH más alto y además es antibacterial y antimicótico por lo que elimina hongos y moho. Es un ingrediente natural y biodegradable pero es tóxico si se ingiere, así que nunca lo dejen al alcance de los niños. Ah, también sirve como insecticida y repelente natural. Se consigue en algunas farmacias.
Aceites esenciales. Algunos como el de lavanda, tomillo canela y árbol del té (malaleuca) sirven para desinfectar. Otros sirven sólo para dejar un aroma agradable y natural después de limpiar. Fíjate que sean aceites 100% puros, para evitar fragancias artificiales. Para manejar aceites esenciales no uses envases ni utensilios de plástico ya que algunos lo corroen, y los aceites de cítricos se degradan con la luz del sol por lo que conviene evitar los envases transparentes para almacenarlos.
Agua mineral. Por el citrato de sodio que contiene, sirve para limpiar vidrios y superficies de electrodomésticos sin dejar marcas de agua. También remueve algunos tipos de manchas de telas.
Aceite de Coco u otro aceite vegetal. Se puede usar para abrillantar e hidratar muebles de madera.
Sal gruesa. Es otro ingrediente abrasivo.
Alcohol etílico. Es un desinfectante muy efectivo, si quieres una versión menos tóxica, aunque no lo creas, puedes usar vodka (ya que no tiene olor).
Detergente de ropa biodegradable. Aunque se puede elaborar uno casero con los ingredientes básicos, si prefieres uno comercial opta por uno biodegradable, de baja espuma y libre de fragancias artificiales, enzimas y colorantes. Te paso un tip: usa la mitad de la cantidad recomendada por el fabricante, es más que suficiente a menos que la ropa esté muy manchada.
Esta es la lista para tu arsenal de limpieza básico. Mañana empezaré a compartirte cómo usarlo con las recetas específicas que he probado y ajustado en mi casa, basándome en mi experiencia y en libros como este de Betty Nordstrem o este de Pilar Bueno.
Fuente:
Schoff, Jill P. “Green Up Your Clean Up”, Creative Homeowner, Estados Unidos 2008.
Nota: Esta entrada contiene ligas al programa de Afiliados de Amazon. Independientemente de los beneficios del programa, tengo el compromiso con mis lectores de sólo recomendar los productos que he usado personalmente y que se ajustan a los principios que promuevo en esta página.