Los aceites naturales han encontrado su lugar en lo que es un mercado innovador, diverso y en constante cambio que, cada año, presenta nuevos y a menudo emocionantes desafíos.
Muchos de estos ingredientes se emplean simplemente como una herramienta de marketing y se utilizan en pequeñas cantidades para proporcionar una sensación de salud y bienestar naturales.
Otros se utilizan como materiales verdaderamente funcionales que aportan beneficios reales a la piel. Esta industria impulsada por las tendencias a menudo compromete su deseo de utilizar los llamados "naturales" con las necesidades comerciales del mercado, lo que da como resultado que solo se utilicen pequeñas cantidades de productos naturales para alcanzar un precio para el producto final.
Sin embargo, el impulso para incorporar ingredientes de fuentes naturales ha visto un aumento significativo en la cantidad y diversidad de las materias primas utilizadas, así como en las distancias que recorren algunos materiales antes de llegar al punto de uso.
Producir y suministrar materiales que están "de moda" puede acumular una cantidad sustancial de kilómetros por carretera y aire, incurriendo así en una huella de carbono significativa.
Por lo tanto, hay que cuestionar la verdadera ventaja medioambiental de utilizar algunos materiales cuando las emisiones de combustible generadas son tan elevadas. ¿No es mejor utilizar ingredientes de origen local que proporcionen la misma o mejor funcionalidad, cuando sea posible?
El formulador de cosméticos debe considerar el abastecimiento local junto con otras políticas (como ecológica y comercio Justo) al buscar nuevas ideas.
Diversidad de materias primas
Las condiciones de crecimiento se adaptan particularmente a la producción de semillas oleaginosas de alto valor y, además, existe una variedad de subproductos de otras industrias de los que se pueden extraer aceites emolientes cosméticos funcionales.En términos simples, tenemos una buena diversidad de productos combinada con la experiencia agronómica, operativa y técnica, dentro de un área relativamente pequeña.
Esto puede conducir a una cadena de suministro más corta, más fácil de administrar, más rastreable y que ofrece un producto más fresco con una menor huella de carbono.
Sostenibilidad y biodiversidad
Con algunos cultivos de semillas oleaginosas, la dependencia de la polinización de las abejas es crítica. A cambio, los cultivos proporcionan el entorno adecuado para mantener una población de insectos saludable.
Es bien sabido que la población de abejas está disminuyendo, pero cultivos como la borraja pueden desempeñar un papel importante para detenerlo. Las flores de borraja proporcionan una excelente fuente de alimento para las abejas, lo que ayuda a acumular las reservas de alimentos de invierno.
A cambio, el desarrollo del cultivo mejora significativamente, con rendimientos que aumentan hasta en un 25%. Una salida de valor agregada del cultivo de borraja es que las colmenas de abejas colocadas en el cultivo producen una miel única y altamente nutritiva, que se puede usar tanto en alimentos como en cosméticos.
Esta miel "monofloral" es un material de calidad y valor superior que le da al apicultor una fuente de ingresos adicional muy necesaria. Este es un excelente ejemplo de un cultivo que tiene varios productos de valor agregado al mismo tiempo que juega un papel clave en la biodiversidad y mejora de la economía local.
Hay muchos argumentos éticos y técnicos sólidos para usar ingredientes naturales provenientes de todo el mundo. Sin embargo, en un momento en el que cuestiones como la sostenibilidad, la biodiversidad, la baja huella de carbono y la trazabilidad son temas candentes, los materiales de origen local pueden satisfacer muchas de las demandas éticas, técnicas y medioambientales.