Ago 2016
En los pasados 50 años han desaparecido en el país entre 15 y 25 mamíferos mayores, como el carpintero imperial, y especies como el lobo mexicano y la vaquita marina están en riesgo mayor de extinción.
Ante este panorama y la amenaza del cambio climático, se pondrá en marcha el Sistema Nacional de Monitoreo de la Biodiversidad, con la participación de tres comisiones integradas en la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales: la Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Nacional Forestal (Conafor), además de asociaciones privadas. La base será el Inventario Nacional Forestal y en principio la observación se realizará en 35 áreas naturales protegidas.
El propósito es determinar el estado en que se encuentra la diversidad biológica, para tomar decisiones de política pública y medidas de adaptación ante el cambio climático.
En el Museo de Arte Popular, el titular de la Conabio, José Sarukhán, explicó anoche que se busca saber la salud de los ecosistemas, así como conocer el componente de los mismos, particularmente de la fauna.
Detalló que con el inventario forestal que realiza la Conafor se pueden elaborar muestreos estadísticamente significativos. Sostuvo que no es sólo la suma institucional, es la suma de capacidades. Explicó que Conafor participa con la infraestructura del inventario nacional y de suelos, así como con imágenes y sonidos.
Con financiamiento de la Fundación Gordon, que aportará 2.5 millones de dólares, así como recursos fiscales, las dependencias recolectarán la información y la Conabio se encargará de la sistematización. En las 35 áreas naturales protegidas seleccionadas se instalan sensores remotos, cámaras trampas para detectar fauna y grabadoras para el sonido.
El titular de la Conanp, Alejandro del Mazo Maza, detalló que el monitoreo es un esquema de colaboración sin precedentes. Tres instituciones suman esfuerzos para monitorear la integridad del sistema e impactos del cambio climático en la biodiversidad. Será con el monitoreo que se identificará cómo está el país, el cual además es de los 12 megadiversos del mundo.
Agregó que la república es altamente vulnerable ante los efectos del cambio climático y consideró que hay noticias positivas sobre la recuperación de especies, la referente a las guacamayas silvestres, cuyo número se duplicó de 2013 a la fecha, pues hay 640. Además, durante la temporada pasada de ballena gris se dio la mayor cantidad de ballenatos.
Las cámaras trampas y las grabadoras también están instaladas en las 35 áreas naturales protegidas, entre ellas Montes Azules y la reserva de la mariposa monarca. En ellas hay 141 sitios de muestreo y se han capturado casi 100 mil imágenes, así como 34 mil archivos.
También se han logrado observar 20 especies en riesgo de extinción, como el tapir, el puma, el jaguar y el gato montés. Anunció que se espera que para 2018 la vigilancia se efectúe en al menos 50 áreas naturales.
El titular de la Conafor, Jorge Rescala, explicó que desde 2014 este organismo aporta información al inventario, en el cual se han definido más de 25 mil unidades de muestreo, y específicamente en biodiversidad se espera llegar a 8 mil unidades, aunque este año se llegará a 3 mil y en ellas se miden 158 variables.
Fuente: La Jornada