La cultura del comprar y tirar está cambiando, por conciencia o por necesidad. De hecho, todos tenemos en casa algún aparatejo de la abuela, fabricado el siglo pasado con aspecto a máquina de guerra, que funciona muy bien y nos encanta, por su valor histórico y funcional.
Así que esto no es un tema nuevo, pero sí se trata de una realidad redescubierta.
El mercado de segunda mano, supone la reutilización de los productos para concederles una segunda vida. De esta forma también se evita una nueva compra, sus impactos de fabricación y emisiones de CO2 vinculadas.
Es un importante eslabón de la economía circular para recuperar y ahorrar materias primas, residuos y energía.
Según estudio El Efecto Medioambiental de la Segunda mano 2020 desarrollado por Milanuncios con el Instituto de Investigación Medioambiental de Suecia, en términos totales el impacto del mercado de la segunda mano consistió en un ahorro de 79 635 toneladas de plástico, equivalente a 11 200 millones de bolsas, que son todas las bolsas de plástico que consumen los españoles en 1.3 años. También, un ahorro de 53 063 toneladas de aluminio, equivalentes a 3 600 millones de latas, suficiente para embotellar 150 veces la cosecha de sidra de España de 2020. Además, 591 343 toneladas de acero, equivalente a 7 700 km de vías de tren, la mitad de la línea ferroviaria actual de España.
Consumo responsable en todos los sentidos
El mercado de segunda mano, es una herramienta para promover el consumo responsable y tiene un impacto directo en el medio ambiente.
Tomando como referencia el estudio anterior, los sectores que más han aportado al ahorro de materiales y residuos al medio ambiente han sido los de motor, hogar y jardín, informática, telefonía y bicicletas. Así mismo, el sector del motor es el que más peso tiene en el estudio, con el 97 % del ahorro de CO2, 98 % de plástico, 99 % del acero, y el 99 % del aluminio respecto al total.
La venta de teléfonos móviles y ordenadores de segunda mano aportan un gran ahorro de la contaminación, por ejemplo, la venta de iPhones supuso un ahorro de 1 382 toneladas de CO2 de ahorro.
En este sentido, inculcar una cultura del reúso y reciclado electrónico ayudaría mucho al disminuir la basura de este tipo, ya que, a nivel mundial hemos generado unos 53.6 millones de toneladas de residuos eléctricos y electrónicos para 2019, una media de 7.3 kilos por persona al año, comparemos eso con lo que pesa un móvil. Sin embargo, la media solo para Europa es de 16.2 kg de basura electrónica per cápita.
Aquí entra en acción también, un documento aprobado por el Parlamento europeo el pasado 25 de noviembre, que garantiza el derecho a reparar, con el cual pretende facilitarle la vida a la ciudadanía y a los técnicos para reparar sus utensilios, máquinas, equipos eléctricos y electrónicos. Entre sus beneficios obliga por ejemplo a las marcas a utilizar un solo modelo de cargador para los aparatos electrónicos.
Un modelo de negocio rentable con impacto social
El mercado de segunda mano se abre paso rápidamente gracias al comercio electrónico en diversos portales y aplicaciones. Este negocio movió concretamente 110 millones de euros en 2020 en España, un 25 % más que el año anterior. Por nombrar solo un caso de este éxito, la plataforma Wallapop a finales de 2020 tenía 15 millones de usuarios en España y cerró a principios de 2021 con una valoración de 690 millones de euros.
Otra cara del mercado de segunda mano, son los establecimientos que incluyen artículos de este tipo en sus estantes. Tal es el caso de la colaboración entre Alcampo con Decathlon y Cáritas para abrir una zona de ropa de segunda mano en los centros comerciales en la localidad catalana de Sant Boi de Llobregat con miras a expandirse a otros centros. El proyecto tiene detrás un entramado de ayuda social importante, además de ofrecer el beneficio de comprar ropa buena, bonita a buen precio.