Entre las tendencias en decoración una de las que más nos gusta es la que se basa en decorar con artesanía marroquí. Y además de la artesanía local hemos pensado que nuestra casa rural tenga algún toque exótico. Para comprar artesanía marroquí te puedes ir al rastro de Madrid, a tiendas especializadas o comprarlo por Internet (en Westwing por ejemplo). A nosotros como nos gusta la aventura nos hemos ido directamente a Marruecos.
Nuestro objetivo inicial era comprar espejos de forja y colchas para las camas. Aquí os contamos las aventuras de las primeras compras para nuestra casa rural: lavabos para los aseos y la lámpara para el portón de la entrada.
Tenemos la suerte de conocer Marruecos y de tener allí muy buenos amigos. Por eso nos pusimos en contacto con la familia Ziu Ziu que nos abrió las puertas de su casa como manda la espectacular hospitalidad marroquí. Así entre compra y compra hemos disfrutado de buena compañía, comidas, reuniones familiares y excursiones. Al más puro espíritu del turismo slow.
Nuestra primera compra fue en Chefchauen. La ciudad azul esconde entre sus callejuelas tiendas y bazares con artesanía de muchas zonas de Marruecos. Nosotros buscábamos artesanía de forja pero nos era difícil encontrar espejos y lámparas como en otras ocasiones. Preguntando nos aconsejaron visitar “El Corte Inglés”. Es así como llaman a un gran bazar de cuatro pisos. Y allí fue donde encontramos la que hemos denominado “la lámpara más grande de Marruecos”.
En Marruecos como en otros países aun se mantienen la cultura del regateo. Las primeras veces que viajas te cuesta un poco entender cómo funciona pero poco a poco te das cuentas de que no existe un precio sino que hay que buscar un acuerdo entre lo que el vendedor o artesano desea recibir por su producto y lo que el cliente está dispuesto a pagar. A nosotros en un primer lugar nos pedían 5000 dhs por la lámpara que al cambio es como unos 500 euros. Eso se salía bastante de nuestro presupuesto.
Finalmente conseguimos un acuerdo con el dueño del particular corte inglés de Chauen. Entonces tuvimos que transportar por las callejuelas empinadas de la ciudad nuestra lámpara hasta el coche bajo la curiosa mirada de los vecinos.
En el baño de nuestro hotel Dar Zman había unos lavabos preciosos de cerámica. Y mientras caminábamos por Chauen en una tienda de cerámica vimos unos lavabos iguales. El dueño de la tienda nos dijo que era cerámica de Fez, una de las mejores de Marruecos. Lo teníamos claro, nos llevaríamos dos para los aseos de la casa rural.
En esta ocasión el precio que nos ofrecieron se acercó a lo que considerábamos justo y fue muchísimo más sencillo que con la lámpara. Otra compra con la que decorar con artesanía marroquí nuestra casa rural.
Y aquí tenemos en casa nuestros lavabos y lámpara. Han viajado desde Chefchauen, la preciosa ciudad azul de Marruecos hasta Patones. Cuando termine la obra decorarán nuestros espacios comunes.
La lámpara más grande de Marruecos
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