El Consejo Danés de Ética presentó una propuesta que prevé impuestos para la carne roja, al estilo de los impuestos al tabaco o los alcoholes, y esta propuesta fue aprobada por una “abrumadora mayoría”. La idea es que los ciudadanos comienzan a consumir menos productos cárnicos al incremento de los precios y, por tanto desalientan a la industria contaminante.
Se estima que con la medida, Dinamarca puede reducir entre 20 y 35% sus emisiones de gases de efecto invernadero, en función de la adhesión de los consumidores.
El dinero recaudado se destinara a la lucha contra el cambio climático y además se esperan ahorros en la salud, debido a la relación entre el consumo de carne y enfermedades como el cáncer.
La propuesta pasa ahora al análisis del Parlamento danés – y el Consejo es optimista. La expectativa es que la medida sea aprobada y poco a poco la práctica de gravar productos, pueda expandirse a otros alimentos que tienen un impacto ambiental significativo.