La verdad es que estamos acostumbrados a ver muchos bosques frondosos y de gran envergadura tanto en Cantabria, como en Asturias y País Vasco por lo que no nos han sorprendido demasiado. Lo único es que se ve diferencia ya que tienen una corteza mullida y suave y sus ojas son de un verde diferente. Son muy chulos, pero nos ha decepcionado un poco.
Nos esperábamos un típico bosque frondoso y grande, pero es bastante pequeño y al estar en pendiente y con tanta afluencia de gente como estaba hoy, no hemos disfrutado mucho. Nos gusta disfrutar de la naturaleza por su tanquilidad y hoy no ha sido un día así con gritos y gente con bastante poco educación por el mido ambiente y por los demás.
Aun así, para poder ver la magestuosidad o lo diferentes que son estos árboles, es una visita que se puede hacer. Para más información dejo un enlace de la descripción de la ruta:
Paseando por un bosque de secuoyas