El impacto medioambiental de la industria de la moda

¿Sabías que para producir un par de tejanos se necesitan unos 10.000 litros de agua, una cantidad mayor a lo que beberías en diez años? ¿O que para fabricar una prenda de viscosa es necesario talar 70 millones de árboles anuales para poder obtener la celulosa? Descubre estos y otros datos sobre la contaminación de la industria de la moda en este artículo. 

ropa impacto medioambiental
El fast fashion, una amenaza para el planeta


La moda necesita rendir cuentas con el medio ambiente. Ya lo advirtió Greta Thunberg: “Nuestra biosfera está siendo sacrificada para que la gente rica en países como el mío puedan vivir con lujo”. La industria de la moda es responsable de más del 8% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, y se ha convertido en la segunda industria más contaminante después de la petrolera, representando el 10% de la contaminación global mundial.

El fast fashion, una amenaza para el planeta



Según la ONU, utilizamos de media una pieza solo diez veces antes de tirarla. Una problemática agravada por el fenómeno del fast fashion, totalmente insostenible. Fabricación barata, temporadas y tendencias cada vez más efímeras, consumo exacerbado y uso muy corto de piezas.

En esto consiste el sistema del fast fashion: más, más, más. Sin parar, y a un ritmo que nos supera. De hecho, compramos un 60% más de media que hace tan solo una década.

Los tiempos de vida de nuestras prendas son relativamente cortos, y hasta el 85% de los textiles son desechados en vertederos o incinerados, causando todavía más contaminación. No olvidemos que la mayoría de estos textiles no son biodegradables, por lo que pueden llegar a tardar siglos en descomponerse. Por ejemplo el poliéster, necesita más de 200 años para desintegrarse, convirtiéndose en microplásticos; de ahí que hablemos de la grave contaminación de la industria de la moda. 

Hace falta más conciencia ecológica



Que el negocio de la moda necesita cambios urgentes para garantizar unas cadenas de suministro sostenibles a lo largo plazo es evidente. Hace falta una transición desde el fast fashion hacia una moda más lenta y sostenible. Así lo concluyó un estudio publicado en la revista Nature en 2020, en el que los investigadores destacan que esta desaceleración pasa por fabricar menos e introducir prácticas sostenibles en la cadena.

¿Cuál es el impacto de la contaminación de la industria de la moda? Los efectos de esta red actualmente se extienden al consumo del agua, la contaminación química, las emisiones de dióxido de carbono y los residuos textiles. Los autores del estudio estimaron que el sector produce más de 92 millones de toneladas de residuos y consume 1.500 millones de toneladas de agua anuales, carga que recae a menudo en los países en vías de desarrollo.

Por ejemplo, para producir un kilo de algodón se necesitan miles de litros de agua, y materiales como el poliéster, el nailon o el acrílico vierten hasta medio millón de microplásticos anualmente en los ríos que terminan en nuestros océanos afectando los ecosistemas marinos y a toda la cadena trófica.

Una transición en la que no solo será –y es ya– fundamental la colaboración entre diseñadores, fabricantes y también las instituciones, sino que los consumidores jugamos un papel fundamental. De hecho, en Suecia, país con una gran conciencia ecológica, ya ha nacido un movimiento llamado Köpskam, que hace referencia “a la vergüenza al comprar” que deberíamos sentir cuando olvidando nuestra responsabilidad como consumidores cuando volvemos a casa después de ir de compras cargados de bolsas.

moda sostenible
La moda será sostenible o no será. Photo by Thom Bradley on Unsplash


Tips para reducir la contaminación de la moda



Te propongo unas cuantas ideas facilísimas que nos ayudarán a poner freno a la contaminación de la moda y a su impacto medioambiental. Todas ellas giran alrededor de un concepto clave: el consumo responsable.

Compra menos y mejor. Reducir nuestro consumo es fundamental: comprar ropa nueva no debería hacernos más felices. Antes de hacerte con tu último capricho, piensa si te lo vas a poner como mínimo diez veces y si realmente lo necesitas.

Apuesta por tiendas de segunda mano. Estés donde estés, seguro que encuentras una tienda vintage. Y si no, investiga apps y webs en las que encontrarás artículos de segunda mano desde las marcas más asequibles hasta marcas de lujo.

Invierte en marcas de moda sostenibles. Cada vez son más las marcas que, conscientes del impacto ambiental de la industria de a moda, incorporan la sostenibilidad y la ética en su producción y apuestan por materiales y procesos respetuosos con el medio ambiente. Eso sí: a más calidad, más cara la prenda, pero también más duradera.

Dona aquello que ya no te pongas. Haz limpiezas de armarios periódicas para rescatar todas aquellas prendas de las que ya te habías olvidado y dónalas a organizaciones benéficas o a tus amigxs y conocidxs para alargar su vida útil. Tenerlo ordenado también te ayudará a saber qué tienes y no comprar por comprar.

Da una segunda vida a tus prendas. Utiliza tu imaginación y rediseña piezas que ya tengas. Recórtala, arréglala, tíñela, rediséñala… Con un poco de creatividad fácilmente podrás tener una prenda prácticamente nueva y homemade.

Y recuerda: si te vas a desprender de ropa, utiliza los contenedores para el reciclaje de residuos textiles. Así facilitamos que esas telas se reciclen para convertirse en ropa nueva.

Con estos pequeños gestos en tu día a día, ayudarás enormemente a reducir la huella de carbono y contribuirás a un mundo más sostenible. Y recuerda, ¡toda acción suma!

Fuente: este post proviene de Mundo Sin Residuos, donde puedes consultar el contenido original.
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