1. Evita compras innecesarias
Para sorpresa de nadie: vivimos en una sociedad altamente consumista. Estamos acostumbrados a comprar bienes y productos casi a diario. Este alto y continuado consumo por parte de la sociedad, es insostenible a largo plazo.Evidentemente, debemos adquirir aquellos productos que necesitamos para nuestro desarrollo personal, laboral, económico o social. Pero ¿realmente necesitamos todo lo que compramos? Es precisamente ahí dónde radica el problema, en muchos casos compramos de manera desmedida e innecesaria. Y este tipo de consumo excesivo supone el 60% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Mi consejo es optar por un consumo consciente y responsable con nuestro planeta. Adquirir solamente aquellos productos que realmente necesitemos. Recuerda que el mejor residuo es el que no se genera.
2. Reduce el consumo de plástico de un solo uso
El plástico puede parecer un material aparentemente conveniente debido a sus propiedades. Pero el problema es que nos hemos vuelto un poco adictos a él, y su consumo está siendo excesivo, suponiendo una grave amenaza tanto para el medioambiente como para nuestra propia salud.Y reciclar el plástico no es suficiente: se dice que todo el plástico que se ha fabricado durante la historia se encuentra todavía entre nosotros debido a que es un material no biodegradable. Simplemente se transforma o se va descomponiendo en partículas más pequeñas, los famosos microplásticos.
Aquí, seguro que ya conocéis mi consejo: evitar el consumo de plástico, sobre todo aquel de un solo uso, optar por reutilizables o materiales que su reciclaje sea más fácil: vidrio, madera, cartón, bambú
3. Ahorra agua
Se estima que el 97,5% del agua del planeta Tierra es salada, por lo que el agua dulce es un bien escaso y muy preciado.Usamos agua para infinidad de cosas: beber, lavar, cocinar, ducharnos, también es imprescindible para producir frutas y verduras, y esencial para el desarrollo de nuestros ecosistemas, entre otras muchas cosas. Ahorrar agua es importante tanto para mantener este bien como para reducir la energía que se necesita para tratarla y que sea apta para consumo humano.
No solo eso, el ahorro de agua nos ayuda a afrontar épocas de sequía, como la que ahora mismo se vive en Cataluña, la más grave vivida en el último siglo.
Mis consejos para ahorrar agua: cierra el grifo mientras te laves los dientes o te enjabones, repara las fugas para evitar el derroche de agua, aprovecha el agua de la lluvia para regar las plantas, reutiliza el agua de la cocción de alimentos para la elaboración de otras recetas
4. Utiliza transporte público o comparte vehículo
Una actividad tan cuotidiana como coger el coche para ir al trabajo genera un impacto negativo en el medioambiente. Y no solamente por el combustible que usa el propio vehículo, sino también por la dificultad de reciclar otros líquidos y aceites que el motor requiere para su funcionamiento. Eso, sin olvidar la contaminación acústica que los vehículos generan.Para reducir la emisión de CO2 procedente del transporte de vehículos puedes usar transporte público o incluso practicar el carpooling (así se le llama a compartir coche entre personas que hacen la misma ruta). Ya hay algunas aplicaciones de carpooling, una de las más conocidas es BlaBlaCar.
5. Cambios sostenibles: Lleva tus propios envases en tus compras de comida take away
Cada vez más restaurantes acceden a usar los envases reutilizables de los propios clientes para poder transportar la comida. Incluso ofrecen algún descuento para aquellos que lo hagan. Esto nos permite reducir mucho los envases de comida take away de un solo uso.Te recomiendo salir preparado de casa y llevar siempre tus propios envases cuando tengas previsto comprar comida take away como, por ejemplo, un táper, tus cubiertos, una pajita de acero inoxidable, una taza térmica, un vaso plegable para el café… En Barcelona existe la App Bûmerang, que te ayuda a pedir comida para llevar, pero sin residuos.
6. No derroches electricidad
De igual manera que el agua, la energía eléctrica es fundamental para nuestra vida diaria. Pero no podemos olvidar que la transformación de energía en electricidad, también requiere procesos contaminantes y perjudiciales para el medioambiente, como la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI).Con esto no quiero decir que tengamos que dejar de usar electricidad, y vivir como antaño, sino que seamos conscientes y responsables con su uso.
Algunos de los cambios sostenibles que podemos hacer para no derrochar electricidad son: aprovechar la luz natural, desenchufar los aparatos eléctricos cuando no se estén usando, usar bombillas LED cuyo consumo es menor, elegir electrodomésticos eficientes Si sigues estas sencillas indicaciones, además de ahorrar energía, también verás ahorro en tu factura eléctrica, que siempre es una alegría, oye.
7. Compra ropa de segunda mano
La industria textil es una de las más contaminantes del planeta, ya sea en los mismos procesos de producción, como en el uso de productos químicos tóxicos.Cada año se producen más de 100.000 millones prendas de ropa. Solo en España se desechan casi 1 millón de residuos textiles, de los cuales solamente se reciclan entre un 10 y un 12%.
La compra de ropa de segunda mano es una gran opción para alargar la vida de las prendas y reducir la producción de otras nuevas.
8. Elabora tus propios productos
Muchas veces optamos por comprar los productos en vez de hacerlos de manera casera, por cuestiones de tiempo y comodidad. Con un poquito de organización podemos elaborar nuestras propias recetas caseras, que estarán mucho más buenas, serán más económicas, y por supuesto, más sostenibles. Puedes consultar mi apartado del blog con todo tipo de recetas caseras y plant-based.Ya ves, no hay excusas para empezar a hacer pequeños cambios en nuestro día a día y ser más sostenibles.