Imagen de portada: Cremalleras LCB. Imagen vía Fashion Positive.
Tejido. Tejido. Tejido. Si los textiles son la “Marcia Brady” de la industria de la confección, los botones, cremalleras, sujetadores y adornos son importantes sólo en enero. A través del siguiente artículo escrito por Jasmin Chua, conoceremos algunas propuestas de fornituras sostenibles.
Puede que no sean sexy, pero son indispensables. Sin cremalleras, los abrigos serían ineficaces contra el frío. Sin botones, los pantalones estarían en el suelo. Y tendríamos que lidiar una vida entera con tejidos elásticos.
Incluso en el sector de la sostenibilidad, donde lo que manda es la procedencia del producto, los hallazgos y las nociones de las sedas orgánicas o los nailon regenerados ofrecen pocas opciones.
Pero los tiempos, como dicen, pueden cambiar.
Detalle de cremallera YKK. Imagen vía Twitter.
La demanda de fornituras más sostenibles está aumentando
Laurin Guthrie, gerente de textiles en Cradle to Cradle Products Innovation Institute de Oakland, California, ha visto peticiones de más fornituras eco-friendly en los últimos dos años.
“Hemos visto tantas mejoras en materiales, como telas e hilos que ahora mucha gente nos pregunta acerca de cremalleras o botones, porque se están dando cuenta de que hay muchos otros componentes”, dijo. “La gente quiere dar el siguiente paso para llegar más lejos en el tema”.
Los encajes, cintas y tejidos llaman a los fabricantes de hardware a abrir nuevos caminos. Pero lo nuevo, al parecer, es lo que prefieren las marcas y diseñadores.
Pero los resultados excedentes vienen con su propio equipaje. Las firmas de lujo usan sus propias marcas de botones y cremalleras, lo que los hace difíciles de reutilizar. Los accesorios de segunda mano, arrancados de la ropa usada, son desconocidos.
Botones de segunda mano. Imagen vía TodoColección.com
“Por lo general, hay una baja demanda para la compra de residuos y sobrantes de segunda mano, especialmente en las cremalleras”, dijo Christina Dean, fundadora y CEO de Redress, una organización sin fines de lucro de Hong Kong que promueve la reducción de los residuos textiles mediante un concurso anual de diseño. “Una consideración importante en la sostenibilidad se reduce a si son de buena calidad o duraderos. Es contraproducente recurrir a cremalleras de segunda mano que puedan estropearse”.
La italiana Lanfranchi, entre cuyos clientes se encuentra Stella McCartney, sabe algo sobre cremalleras.
Durante los últimos 10 años, las cremalleras de Lanfranchi han sido certificadas Standard 100 Class I por Oeko-Tex, lo que significa que están libres de sustancias prohibidas como el formaldehído, metales pesados y colorantes potencialmente tóxicos.
Cintas hechas de materiales mejores para el planeta, como el algodón orgánico, teñido mediante un proceso aprobado por Global Organic Textiles Standard, y Newlife, un poliéster reciclado derivado de botellas de plástico recicladas.
Pero más que una suma de sus productos, Lanfranchi es una cadena de suministro bien diseñada para reducir los gases de efecto invernadero, minimizar el uso del agua y reducir los residuos. La fábrica de tejidos de la compañía, por ejemplo, funciona con energía solar. Los residuos de la producción, desde los cortes de algodón hasta los restos de latón, se distribuyen a una red de empresas para su reutilización. Y, al igual que en el resto de Europa, el bienestar de los trabajadores se adhiere a rígidas normas.
“No sólo hacemos productos ecológicos”, afirmó Gaetano Lanfranchi, consejero delegado de Lanfranchi. “Toda la empresa y su ciclo de producción tienen como objetivo reducir los residuos y dar valor a su siguiente uso. Creemos que la sostenibilidad y la innovación son claves para una oferta competitiva en el mercado, capaz de respetar los valores actuales”.
Trabajadores de Lanfranchi. Imagen vía Youtube.
Nuevos materiales y procesos entran en la lucha
Para YKK, quizás el mayor fabricante mundial de cremalleras, la sostenibilidad es también una oportunidad para contar mejores historias.
Su grupo del Norte y Centro América ofrece una gama de cremalleras hechas con algodón orgánico de origen paquistaní, así como una cremallera de bobina “perpetuamente reciclable” fabricada a partir de botellas de plástico recicladas.
También hay broches y botones sin químicos que evitan el proceso de galvanoplastia intensiva en energía. El año pasado, YKK recibió un Good Design Award del Instituto de Diseño de Promoción en su Japón natal, por ser pionero en una nueva técnica para teñir cremalleras con muy poca agua.
Campaña de YKK. Imagen vía FashionUnited.
“Aunque esos productos estén todavía en fase de desarrollo, estamos entusiasmados con la nueva historia que podrían aportar las actividades y productos sostenibles de YKK”, dijo Mike Maekawa, ejecutivo de cuentas de YKK USA.
Utilizan elementos de fijación compuestos de bioplástico, un término general que se utiliza para describir cualquier tipo de polímero que utiliza biomasa vegetal en lugar de petróleo.
Los plásticos que tardan semanas en descomponerse, en vez de siglos, son una alternativa económica a los llamados materiales naturales como son los huesos y conchas, que irían destinados a un lugar más sofisticado.
Pero los plásticos biodegradables, no tienen que ser de origen orgánico. La empresa alemana Lauffenmühle ha desarrollado un ácido no poliláctico, es decir, un polímero sintético que ha incorporado un “kit de herramientas” entre las que se incluyen hilos de coser, bandas elásticas, cintas, cordones, botones y entretelas. El proceso es privado por ahora, por lo que los detalles permanecen en secreto.
“Algunas de las cosas que esta empresa está haciendo, no las había visto antes”, dijo Guthrie, cuyos empleados cuentan ahora con la línea Infinito de Lauffenmühle, calificada Silver, entre su creciente biblioteca de materiales para la confección.
Detalle de productos de la empresa alemana Lauffenmühle. Imagen vía C2C.
Todo se reduce a escala
Es la naturaleza nicho de algunos de esos productos lo que puede hacerlos más caros, si están siendo realizados por un equipo como Lanfranchi o un gigante de la industria como YKK.
“Por lo general, los materiales reciclados, como el PET de botellas usadas, son más caros que los nuevos”, dijo Beth Whelchel, especialista en comunicación de YKK USA. “El algodón orgánico también se vende a un precio más alto que el no orgánico. Fluctúan en función de la oferta y la demanda”.
Guthrie lo ve un problema de materiales, sobretodo para negocios más pequeños.
“Las pequeñas empresas no trabajan necesariamente con volúmenes que les dan las mismas economías de escala de otros que lidian con millones de unidades”, dijo. “Pero tan pronto como la gente empiece a usarlos, el precio bajará rápidamente”. Pero primero, los nombres más conocidos deben dar un salto.
Las firmas outdoor-apparel, sinónimo de innovación técnica y profundamente arraigadas al mundo natural, se enfrentan a una única presión. Buscamos crear productos que nos hagan sentir invencibles frente a los elementos, pero no a expensas del medio ambiente.
Foto de campaña de YKK outdoor-apparel. Imagen vía YKK.
Los materiales reciclados toman la delantera
En diciembre, Columbia sacó lo que llamó “la última solución transpirable sostenible para condiciones extremas”: una chaqueta impermeable hecha de material 100% reciclado, desde su capa externa libre de tinte hasta las etiquetas, recortes, tiradores, cremalleras y ojales.
Al mismo tiempo, Patagonia lanzó “Re///Collection”, una colección cápsula que experimentaba con el diseño y contenía más materiales reciclados que el resto de sus otras prendas.
Al igual que su rival, Patagonia decidió destacar los detalles como cremalleras, botones y cordones reciclados junto con su lana regenerada y telas de PET.
Con el tiempo, los hallazgos del reciclaje podrían ser la norma en vez de la excepción.
Re///Collection de Patagonia. Imagen vía HarunaMadono.
“Hemos estado trabajando en el reciclado de las conversiones de los materiales vírgenes a reciclados durante años”, dijo Sarah Hayes, gerente senior de materiales de innovación y desarrollo de la empresa Ventura, California. “Pero tenemos que asegurarnos que cumplen con nuestros estándares de rendimiento, calidad y durabilidad antes de cambiar. Las fornituras pueden ser lo más usado en una prenda, así que necesitan ser producidas para durar”.
Y si los componentes funcionales han sido pasados por alto en la sostenibilidad hasta ahora, puede no ser así mucho más tiempo.
“Estamos viendo más proveedores con más ofertas de fornituras ecológicas, ya sean de materiales reciclados o cremalleras de algodón orgánico”, dijo Hayes. “Otras marcas han comenzado a incorporar los nuevos hallazgos, así que espero que se siga impulsando esto”.
“Sabemos que es un viaje, pero estamos trabajando hacia soluciones a largo plazo”, dijo.
Fuente el artículo: Fashion Positive.
Share This:
.