¿Hay razones para seguir con la lucha?
Existe un famoso acertijo que demuestra por qué es necesario seguir con la lucha:Un padre y un hijo van en coche y tienen un accidente. El padre muere y el hijo sufre terribles consecuencias y necesita una complicada operación de urgencia; así que lo llevan al mejor hospital, donde trabaja el mejor equipo médico, liderado por una eminencia en su especialidad. Sin embargo, al entrar al quirófano, la eminencia dice: “No puedo operarle porque es mi hijo”.
Aun son muchas personas que no encuentran explicación a la negativa, otros inventan un “padre adoptivo”, aunque la razón es mucho más sencilla: la eminencia no es otra que la madre del joven accidentado; sin embargo, aun es frecuente pensar que los mejores profesionales en todos los sectores son hombres y, de hecho, son pocas las mujeres que se encuentran en puestos de liderazgo en grandes empresas.
La becha salarial y el techo de cristal son dos realidades con los que las mujeres siguen luchando; y todo ello mientras violencia de género, machismo y micromachismos están aun tan enraizados en la sociedad que, a veces, aun pasan inadvertidas realidades que, si se analizan desde una perspectiva feminista, resultan vergonzosas por mostrar que aun hay mucho por hacer en pos de la igualdad.
Por ello, de nuevo este año, el 8 de marzo se celebra en todo el mundo como una jornada de reivindicación y lucha, porque son muchos los frentes abiertos y queda mucho por hacer para que hombres y mujeres sean realmente iguales en todo el mundo.
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