Como habrás leído por las redes, hoy día 24 de abril es el aniversario del Fashion Revolution. Por hacer un poco de memoria para los más despistados, se trata de una campaña global nacida en UK de la mano de Orsola de Castro y Carry Sommers que está presente en más de 90 países y que surgió como respuesta al terrible accidente ocurrido en el 2013 en Dhaka, Bangladesh, en el que un edificio de ocho plantas que acogía diferentes fábricas de confección textiles se derrumbó, dejando tras de sí, la horrorosa cifra de 1.134 muertos, y más de 2.500 heridos, en un país que no tiene un sistema de pensiones, y donde la falta de un miembro en una familia, puede significar la miseria para los miembros más vulnerables.
Por cuarto año consecutivo, daremos la vuelta a nuestras prendas y preguntaremos a las grandes marcas y empresas #QuienHizoMiRopa #WhoMadeMyClothes para visibilizar a las personas, niños, niñas y trabajadoras (se estima que el 80% de las trabajadoras de la industria de la confección son mujeres) que están detrás de la ropa que alegremente se compra, se usa y se tira como si de un sandwich de fast food se tratara.
Cuando estás metido en algo que requiere tiempo y esfuerzo, tienes que tener muy claro los motivos por los que estás en ello para superar los momentos difíciles, que os aseguro que tanto en el emprendimiento como en la labor altruista como voluntaria de una campaña, aparecen muchas veces debido al cansancio. Mis motivos para dedicar tantas horas al año son los siguientes:
– Lo primero para que no queden en el olvido esas 1.134 muertes y todos los que se han quedado en desamparo, para que no triunfe la avaricia y la irresponsabilidad de unos pocos sobre la vida de los que no pueden elegir, y todos los que en estos cuatro años han perdido la vida en otros accidentes similares aunque menos impactantes, porque no tiene sentido que para poder comprar 5 camisetas al mes a 5 euros, y un pantalón a 15, en el otro lado del mundo haya una niña, o millones trabajando hasta la extenuación, porque me encanta mi profesión y mi sector pero ante todo soy persona, y por desgracia mi sector tiene la capacidad de mantener el circulo de pobreza de estas mujeres, hombres y sus hijos, como tendría el poder de cambiar su situación mañana mismo si lo quisiera.
Trabajadoras de Denim Project en Guatemala
– Lo segundo, porque para mi, como vivencia personal fue impresionante ver, como cuando surgió la campaña, en un momento en el que yo ya llevaba varios años dedicados a a divulgar y formar sobre moda sostenible, de pronto, bajo una bandera común, la de “Fashion Revolution” nos visibilizábamos centenas de profesionales en todo el mundo que teníamos las mismas convicciones de que las cosas se pueden hacer de otra manera y era increíble sentir la fuerza de esa red internacional con un objetivo común, aprendiendo a superar diferencias, que como seres humanos surgen en cualquier agrupación, para que ese objetivo fuera más importante que las opiniones de cualquiera de los integrantes de la campaña.
Mis alumnos del IED Madrid
– Por último, porque como decía mi amiga y profesora del curso “Hello Africa”, Sabina Eichmann en su último post, creo en el poder de la gente, en las acciones sencillas que parten de ciudadanos y ciudadanas apasionadas por sus ideas y por hacer de este mundo un lugar mejor y más justo, superándose así mismo, porque tal y como está el mundo, necesita que asumamos la responsabilidad que tenemos aunque este sistema nos desresponsabilice, que no va a venir nadie a solucionar los problemas que tenemos, y que todos y cada uno de nosotros podemos aportar un valor positivo al mundo, que despertemos a los guerreros valientes que tenemos dentro y osemos, no a decir lo que pensamos, sino a dar ejemplo con nuestras acciones, porque “el mundo cambia con nuestro ejemplo, no con nuestras opiniones”.
Me siento muy afortunada de poder coordinar esta campaña en España, orgullosa de aportar mi granito de arena y feliz de haber conocido a tanta gente maravillosa que la está apoyando no puedo empezar a nombrar porque son tantas personas estupendas que seguro que me dejo a alguna y no quiero que eso ocurra. Mil gracias de verdad a todas por vuestro tiempo y esfuerzo, seguimos caminando para hacer una industria de la moda más limpia, justa y bella por fuera, pero también y sobre todo, “por dentro” de corazón ¡GRACIAS A TOD@S LOS QUE LO APOYÁIS! y en especial al maravilloso equipo que tenemos en España, decenas de voluntarias y algún voluntario, que dan su tiempo a cambio de saber que están creando con su granito ese mundo más justo.
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