En esta elección, la ubicación de la plantación es un factor importante. Hay que plantar árboles donde puedan vivir durante décadas y absorber adecuadamente el carbono que circula en el aire.
A pesar de ser una de las estrategias más sencillas para capturar más carbono del aire, la plantación debe hacerse correctamente. Si se lleva a cabo con una buena planificación y de forma inteligente, puede dar muchos mejores resultados y obtendremos un beneficio mayor.
La investigación y esta tecnología desarrollada por IBM puede ayudar a los planificadores y a los ecologistas a determinar exactamente qué tipo de árboles son necesarios y dónde mejorarán la calidad del aire local.
Utilizando el distrito neoyorquino de Manhattan, en Estados Unidos, como zona de pruebas, los investigadores de IBM han desarrollado un proceso para identificar, cartografiar y medir con precisión la cantidad de carbono que pueden almacenar los árboles de una zona determinada.
El estudio tiene en cuenta su especie, la forma geométrica y el volumen del follaje. Por ejemplo, los investigadores pudieron medir que los árboles de Manhattan retienen en total 52.000 toneladas de carbono, así como identificar las características precisas de la eficacia de ciertas especies y dónde serían más beneficiosos ciertos tipos de árboles.
Esta mirada única a la capacidad de almacenamiento de carbono de la vegetación en la Tierra fue posible gracias al aprendizaje automático y a la plataforma de análisis de datos geoespaciales de IBM, PAIRS, con su capacidad para agregar y analizar grandes cantidades de imágenes aéreas, y LiDAR, que son datos de luz y alcance utilizados para crear información muy precisa y modelos de elevación del terreno de alta resolución.
Esperemos que tan notable tecnología no quede en un simple desarrollo y pronto veamos que se utiliza para seguir reverdeciendo el mundo, algo que necesitamos con mucha urgencia.
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