Llevo unas semanas viviendo en Portugal, en la soleada isla de Madeira. Vivo en un bloque moderno que tiene toda la azotea cubierta de placas solares ¿Que supone esto para mi? Pues que no tengo factura de gas. ¡Una factura menos al mes! El agua caliente que utilizo en casa se obtiene con energía solar.
¿Qué pasa cuando hay varios días nublados? Es verdad que cuando hay un par de días nublados el calentador solar necesita electricidad y es ahí cuando empieza a "tirar" de la corriente "normal". Por suerte esto no ha sucedido muchas veces y sólo pago por la energía extra que consumo, nada más.
En Portugal, se permite el desarrollo del autoconsumo de hasta 1MW sin ningún tipo de peaje y el balance neto se hace pagando el precio de la energía excedentaria a un 90% de su precio de mercado. Portugal tampoco tiene ninguna restricción normativa al almacenamiento.
¿Podría hacer esto en España? Seguro que has oído hablar de el polémico "impuesto al sol". En España el autoconsumo eléctrico no es tan sencillo. Desde el 11 de octubre de 2015 España puede "presumir" de tener la regulación del autoabastecimiento energético más restrictiva del mundo. Una regulación que incluye una nueva figura, el "delincuente solar". Aquel que ose tener en casa placas solares y no conectar todos los paneles solares a la red podría enfrentarse a una multa de entre 6 y 60 millones de euros...
A continuación te explico mejor las claves para entender en que consiste el "impuesto al sol".
- Se penaliza con un canon a los usuarios de placas solares que también estén conectados a la red eléctrica con el objeto de cubrir sus necesidades energéticas. El mero hecho de producir su propia energía supondrá al consumidor residencial y empresarial un impuesto anual de unos 9 euros más IVA por kW de potencia de cada panel, a lo que los segundos habrán de añadir otro variable en función del coste de la energía, de unos 5 céntimos por cada kWh que produzcan y autoconsuman.
Sí, has leído bien, los propietarios de paneles solares que precisen del respaldo de la red cuando no tengan sol pagarán un peaje por cada kWh que produzcan. El nuevo gravamen es tan elevado que en la práctica sale más a cuenta seguir enganchado a la red que pasarte a una energía limpia con respaldo.
- No se pagará ni un céntimo por el excedente de energía que se vierta en la red eléctrica. Se deja de retribuir a los particulares que viertan su excedente a la red (no a las empresas).
- Se gravará el uso de baterías o sistemas de almacenamiento, y solo podrán usar estos acumuladores quienes no se conecten a la red. Si quieres acumular la energía que se produce durante las horas de sol para usarla más tarde y evitar de ese modo conectarte a la red eléctrica tendrás que pagar una tasa.
El texto legislativo excluye de los recargos a «los aislados», es decir, aquellos que decidan separarse totalmente de la red eléctrica. Son los llamados insumisos solares.
La nueva Ley de autoconsumo eléctrico es contraria a las directrices europeas. La comisión Europea manifestó que: “los consumidores deben ser libres de generar y consumir su propia energía en condiciones justas para ahorrar dinero, ayudar al medio ambiente y asegurar la seguridad del suministro. Y se debe garantizar el autoconsumo compartido en comunidades de vecinos o polígonos industriales”
La gran aspiración de los defensores del autoconsumo es que se implante el llamado “balance neto”. Es decir, que se pueda verter a la red el excedente energético y luego recuperarlo en las horas sin sol. Por supuesto, dicen los defensores de este sistema, a cambio de una cuota de mantenimiento o una compensación.
¿Los beneficiados de todo este lío? ¿Tú que opinas? El consumidor seguro que no.
Nahir
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Real Decreto 900/2015 - BOE