Me dio la receta y me sorprendió porque todo lo que necesitaba para hacerlo lo tenía en casa y la receta es muy sencilla.
Ingredientes:
3 limones
200 g de sal gorda
100 ml de vinagre de vino blanco
300 ml de agua
50 ml de abrillantador de lavavajillas
2 cucharadas de líquido de lavavajillas concentrado (opcional)
colorante alimenticio (opcional)
El abrillantador de lavavajillas se puede sustituir por alcohol de quemar.
Si tienes niños, lo mejor es que utilices unas gotas de colorante, ya sea verde o el color que más nos guste, para que se pueda distinguir bien.
Preparación:
Troceamos los limones y los echamos junto con la sal en un recipiente para triturarlos bien con la ayuda de una batidora. O también podemos hacerlo con robot de cocina.
A continuación añadimos el resto de los ingredientes y volvemos a batir.
Echamos la mezcla en una olla y la ponemos a fuego medio durante 15 minutos. Removemos de vez en cuando con una cuchara de madera.
Lo dejamos enfriar y lo echamos en un recipiente, si es un dosificador mucho mejor.
Para utilizarlo en nuestro lavavajillas, llenar el cajetín con el jabón, dos cucharadas aproximadamente, y elegir el programa que normalmente usamos.
El aroma que desprende el jabón es increíble, es una pena que desde aquí no lo podáis captar.
¿Qué os parece? Yo estoy encantada. Desde aquí, te doy las gracias Carmen.
Mi amiga lo hace con la Thermomix, que es mucho más fácil y rápido, aquí os dejo el post de donde ella cogió la receta.
Os puedo asegurar que este jabón tiene todo lo necesario para que nuestra vajilla quede perfecta.
El limón es un gran desinfectante, desincrustante y antigrasas.
El vinagre además de ser desinfectante como el limón, es antimicrobiano, abrillantador, antióxido y también es biodegradable y económico.
Y por último, la sal es desengrasante y evita las manchas de cal.
¿Conocíais esta receta? Con ella elaboramos de una manera ecológica nuestro propio detergente para el lavavajillas usando productos naturales en su mayor parte y contribuyendo a la mejora del medio ambiente.
Fuente: este post proviene de Pequeños Accidentes, donde puedes consultar el contenido original.
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