JABONES ARTESANALES DE LAVANDA

Fabricar jabón en casa, uff, ¡qué pereza! pensaran muchos… Pues os va a sorprender lo fácil que es. Sólo se necesita menos de 1 horita para preparar la mezcla y algo de paciencia. A los dos días, el jabón ya está duro, pero para que cure y salga el aroma, es necesario esperar 28 días.

Después de este “pequeño esfuerzo” te sentirás tan orgulloso por haber elaborado tu propio jabón, que seguro que repetirás. Es lo que me ha pasado a mi. Lo probé pensando que sería mucho más complicado y ahora, cada vez que entro en el cuarto de baño y veo mis pastillas encima de la jabonera, me sale una sonrisa de felicidad y estoy deseando tener un ratito para ponerme a hacer más :)



Las puedes hacer con otros ingredientes que te gusten o con propiedades beneficiosas como la avena molida, la miel o el aloe vera. También se puede combinar con hierbas como la menta, el romero o el tomillo… Lo importante es que se utilicen ingredientes naturales y si vas a añadir esencias aromáticas, que también sean naturales.

El jabón que propongo en la receta tiene propiedades relajantes, por la lavanda; nutritivas, por el aceite de oliva; y cicatrizante por el aceite de rosa mosqueta. Pero si prefieres elaborar un jabón energizante,  puedes incorporar una cucharadita de aloe vera (la gelatina de una hoja natural o en gel como lo venden en la herbolisteria 100% aleo vera) y hojas de menta fresca trituradas (unos 2 gramos). Par un jabón hidratante puedes añadir 1 cucharadita de aceite de almendras, de 5 a 10 gotas de aceite esencial de rosas y 1 cucharadita de miel y unos pétalos de rosa machacados con un mortero. Para un jabón nutritivo puedes incorporar 1 cucharadita de aceite de avellana y otra de cacao puro en plovo. Las propiedades antioxidantes del cacao protegen la piel de los radicales libres, mientras que sus efectos humectantes lo convierten en idóneo para pieles secas y dañadas.



Jabón natural con flores de lavanda, aceite de oliva y rosa mosqueta

1/4 de kilo  (5 pastillas de 7’5 X 2’5 cm) | Dificultad media | Preparación: 45minutos + reposo (48h para que el jabón esté duro + 28 días para que se cure)

Ingredientes

180 gr aceite de oliva virgen
52gr sosa cáustica
125gr agua destilada
10 gotitas de rosa mosqueta (una cucharada sopera aproximadamente)
2-4 ramitas de lavanda fresca machacadas con un mortero
9-27gr esencia aromática de lavanda natural (opcional)

Utensilios

cuenco de cristal o cubo de plástico
cuchara de madera
guantes de látex
mascarilla
gafas
molde de silicona con la forma deseada
film transparente
trapo de cocina o toalla

Preparación

Poner el agua en un cuenco de cristal o un cubo de plástico lo suficientemente grande

Echar la sosa al agua (nunca al revés:  ¡podría saltar!)

Mezclar con una cuchara de madera y dejar enfriar durante 30 minutos (la reacción genera mucho calor)

Añadir el aceite al agua con la sosa y mezclar con la cuchara de madera.

Remover en el mismo sentido hasta que espese y quede una textura parecida a una crema de verduras.

Añadir las esencias aromáticas, las trazas de lavanda y el aceite de rosa mosqueta.

Poner la mezcla en un molde y envolver con film transparente. Cubrir con toallas o trapos de cocina para que desprendan calor y comience el proceso de saponificación. Dejar reposar durante 2 días debajo de la cama o en un lugar donde no le de la luz directa ni haya demasiada calor.

Al cabo de dos días ya se puede desmoldar. Para que se cure sólo hace falta dejarlo reposar durante 28 días sobre papel de cocina.

Nota

*IMPORTANTE!! La sosa cáustica con agua es muy peligrosa. Es irritante para la piel, los ojos y las vías respiratorias por lo que conviene trabajar con mascarilla, gafas y guantes. Y es muy importante hacer la mezcla al aire libre o en un espacio de la casa con buena ventilación.
*La sosa cáustica la encontrarás en el supermercado.
*La esencia de lavanda la encontrarás en herbolarios.
*En este caso, que para mi es la primera vez que elaboro jabones, no he utilizado ninguna esencia aromática, por lo que el perfume es muy natural, se aprecia el olor a aceite y el olor a lavanda.

FUENTE: Revista impresa ‘Dietética y salud’

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