En esta técnica vamos a utilizar un molde rectangular de madera y vamos a verter el jabón en forma de ondas, en cada una de sus esquinas, de manera que choquen en el centro y se fundan, de la misma manera que lo hacen las olas.
Hemos utilizado de base un jabón de color blanco y para hacer las olas 12 tipos de pigmentos minerales diferentes. Ha resultado un cuadro súper alegre y lleno de color. Una maravilla de brillantes jabones, cada uno único y especial.
El aceite que hemos utilizado es 100% aceite de oliva virgen, con una concentración del 30% y un sobreengrasado del 8%.
¿Qué necesitamos?
1.780 g de aceite de oliva vírgen (2 litros).
518 g de agua destilada u osmotizada.
1,5 cucharaditas de azúcar.
222 g de sosa cáustica.
Pigmentos minerales: bronce, cobre, ocre, oro fino, violeta, violeta ultramar, rosa perla, rosa ultramar, negro, siena, rojo, marrón y dióxido de titanio.
¿Cómo se hace?
1. Cómo vamos a trabajar con sosa tomamos antes de nada todas las medidas de seguridad siempre recomendadas: guantes, gafas y mascarilla.
2. Primero hacemos la lejía, para ello utilizaremos la mayor parte en cubitos de hielo (para llegar más rápido a la temperatura de 35ºC) y una pequeña parte de agua que la apartaremos para hacer el almíbar con el azúcar.
3. Pesamos la sosa y la vertemos encima de los cubitos de hielo, removemos e iremos comprobando cómo se funden. Seguimos removiendo hasta su total disolución. Hacerlo en un sitio ventilado y evitar inhalar el vapor que desprende la reacción.
4. Preparamos el almíbar calentando un poco el agua en el microondas y diluimos el azúcar, lo dejaremos reservado para añadirlo después de la traza.
5. Pesamos el aceite y retiramos un poco para calentarlo al microondas y después volverlo a incorporar (esto hará que suba la temperatura del aceite total hasta los 35ºC).
6. Cuando se haya diluido la sosa y haya alcanzado la temperatura de los 35ºC, vertemos este líquido encima del aceite y removemos muy poco con la batidora (sin levantarla del fondo del recipiente) hasta comprobar que se haya formado la traza. Añadimos el almíbar y batimos un poco más. No seguiremos removiendo más porque el jabón tiene que estar muy fluido para que las ondas se puedan formar y deslizar bien.
7. Ahora iremos echando en los vasos de plástico el jabón (mas o menos hasta la mitad) y lo que nos sobre lo mezclaremos con dos cucharaditas de dióxido de titanio para darle color blanco.
8. A cada vasito de jabón le pondremos una cucharadita de los pigmentos, puede ser en polvo o diluido en un poco de aceite. Nosotras lo hemos echado directamente porque todos se diluyen bien menos los rosas que han costado un poco más de trabajo. A continuación batiremos uno por uno hasta que comprobemos que se hayan disuelto por completo. Nosotras hemos usado una mini-batidora pequeña para cosméticos, pero un tenedor pequeño también podría servir (aunque tardará mas tiempo, claro).
9. Por último iremos vertiendo los jabones de colores en las esquinas de la siguiente forma: color, blanco, color 2, blanco, etc. Tres colores en cada esquina para que quede igual por todos sitios.
10. Una vez que hayamos acabado con el jabón cogeremos un palito de madera y dibujaremos unas líneas arbitrariamente, de la forma más creativa que se te ocurra. El resultado es este que ves en la foto. Impresionante ¿verdad?
11. Lo siguiente lo sabrás ya por repetición: una vez que solidifique lo cortamos (nuestras medidas: 7,5 x 5,5 x 3 cms) y lo dejamos curar 40 días para que el pH se estabilice y los podamos utilizar con tranquilidad.