Las personas más sensibles a la polución del aire, son las siguientes:
Personas afectadas por enfermedades respiratorias
Niños
Personas de avanzada edad.
La mala calidad del aire, aparte de afectar a las vías respiratorias, también puede hacer sufrir a los ojos y boca. Estos riesgos dependerán del grado de contaminación del aire, del tiempo que estemos expuestos, y de nuestra tolerancia.
El daño por contaminación se incrementa al llegar el verano, con la subida de temperaturas. El calor activa los gases emitidos, sobre todo en zonas urbanas.
Siempre que hablamos de contaminación, pensamos en las zonas exteriores, al aire libre, pero la verdad es que también existe en zonas interiores. Aunque la exposición es menor que en exteriores, es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de ventilar y airear las estancias, ya que podemos hacer que entren agentes contaminantes sin querer.
Los días de mayor polución del aire, se recomienda no abrir las ventanas, al menos durante el día, durante las horas en que el grado de contaminación sea mayor. Los sistemas de ventilación que hacen circular corrientes de aire filtrado son una buena alternativa para airear la casa y no dañar nuestra salud.
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