La palabra “macrobiótica” proviene del griego y significa “larga vida”. La dieta macrobiótica fue desarrollada por el filósofo japonés George Ohsawa, que creÃa que la simplicidad es la clave para una salud óptima.
La alimentación macrobiótica define una manera de comer basada en el principio del equilibrio entre el Yin y el Yang y consiste en una adaptación de las tradiciones culinarias de Extremo Oriente, donde alimentación, medicina e incluso espiritualidad a menudo se presentan implicadas. Aun asÃ, se encuentran principios equivalentes a los de la alimentación macrobiótica en la mayorÃa de cocinas ancestrales del mundo entero.
¿Por qué las personas siguen la dieta macrobiótica?
Normalmente, las personas interesadas en la dieta macrobiótica están buscando una manera saludable de comer que integre la salud fÃsica, espiritual y del planeta.
La dieta macrobiótica es baja en grasas y rica en fibras, por lo que es una dieta predominantemente vegetariana, con énfasis en los cereales integrales y las verduras. Además, la dieta macrobiótica es rica en fitoestrógenos de productos de soja.
Debido a que las dietas bajas en grasas y altas en fibras se recomiendan a menudo para combatir el cáncer y otras enfermedades crónicas, la dieta macrobiótica ha sido utilizada por muchas personas con este fin. El contenido de fitoestrógenos puede tener un efecto protector y reducir el riesgo de padecer cánceres relacionados con el estrógeno tales como el cáncer de mama. Sin embargo, se necesita más investigación para aclarar si la dieta macrobiótica es eficaz en la prevención y el tratamiento del cáncer.
Las personas con enfermedades graves como el cáncer o el SIDA siempre deben buscar atención médica adecuada.
¿Cuáles son las directrices de la Dieta Macrobiótica?
Los cereales integrales constituyen del 50 al 60% de cada comida. Incluyen el arroz integral, granos de trigo entero, cebada, mijo, centeno, maÃz, trigo sarraceno y otros granos enteros. Los copos de avena, fideos, pasta, pan, productos de panaderÃa y otros productos de harina se pueden comer de vez en cuando.
Sopa. De una a dos tazas o cuencos de sopa al dÃa.
Las verduras normalmente representan entre el 25 y el 30% de la ingesta diaria de alimentos. Hasta un tercio de la ingesta total de verduras puede ser cruda. De lo contrario, los vegetales deben ser cocidos al vapor, hervidos, al horno, y salteados.
Las alubias o judÃas constituyen el 10% de la ingesta diaria de alimentos. Pueden ser alubias cocidas o productos de soja como el tofu, el tempeh, y natto.
Productos de origen animal. Una pequeña cantidad de pescado o marisco se consume varias veces por semana. La carne, las aves de corral, huevos y productos lácteos suelen ser evitados. El pescado o los mariscos se comen con rábano, wasabi, jengibre, mostaza, o daikon rallado para ayudar a desintoxicar el cuerpo de los efectos de los pescados y mariscos.
Semillas y frutos secos con moderación. Las semillas y los frutos secos pueden ser ligeramente tostados y salados con sal marina o shoyu.
La Fruta local puede ser consumida varias veces a la semana. Incluye las manzanas, peras, melocotones, albaricoques, uvas, fresas, melones y otras frutas. Las frutas tropicales como el mango, la piña y la papaya normalmente se evitan.
Los postres se permiten con moderación, aproximadamente de dos a tres veces por semana. Los postres pueden ser disfrutados por las personas que gozan de buena salud. Hacer hincapié en los alimentos naturalmente dulces como las manzanas, calabazas, judÃas azuki y frutas secas. Edulcorantes naturales tales como el jarabe de arroz, malta de cebada, y amazake se pueden utilizar. Azúcar, miel, melaza, chocolate, la algarroba, y otros edulcorantes se evitan.
El aceite de cocina es tÃpicamente aceite vegetal sin refinar.
Los condimentos y sazonadores incluyen sal natural del mar, shoyu, vinagre de arroz, vinagre de umeboshi, ciruelas umeboshi, raÃz de jengibre rallado, encurtidos fermentados, gomashio (semillas de sésamo tostado), algas asadas y cebolletas en rodajas.
Las directrices de la dieta son individualizados en función de factores como el clima, la estación del año, la edad, el género, la actividad y las necesidades de salud.
¿Cuáles son los puntos fuertes de la Dieta Macrobiótica?
La dieta macrobiótica es baja en grasas saturadas y rica en fitoestrógenos, que los defensores de este tipo de comida creen que pueden ayudar a equilibrar las hormonas femeninas y ayudar con la menopausia, el sÃndrome premenstrual, y la prevención contra el cáncer de mama y la endometriosis.
Además, la dieta macrobiótica es baja en carne, productos lácteos y azúcar.
¿Cuáles son las precauciones y efectos secundarios posibles?
La dieta macrobiótica es considerada por algunos nutricionistas demasiado restrictiva y falta de ciertos nutrientes, como proteÃnas, vitamina B12, hierro, magnesio y calcio.
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