Representa la cantidad de tierra biológicamente productiva y zona marítima necesaria para suministrar los recursos que consume un ser humano. Con el uso de esta evaluación
, es posible estimar la cantidad de tierra (o cuántos planetas Tierra) se necesitarían para apoyar a la humanidad si todo el mundo sigue un estilo de vida determinado.
Para 2007, el total de la huella ecológica de la humanidad se estimó en 1,5 planetas Tierra; es decir, la humanidad utiliza los servicios ecológicos 1.5 veces más rápido de lo que la Tierra puede renovarlos. Cada año, este número se recalcula para incorporar el retraso de tres años, debido al tiempo que tarda la ONU para reunir y publicar estadísticas relevantes de investigación.
Miden la cantidad de tierra biológicamente productiva y zona marítima necesaria para suministrar los recursos humanos que la población consume; que también miden la capacidad de los ecosistemas para asimilar nuestra contaminación.
Estas mediciones se utilizan para mostrar una estimación de cuál es la cantidad de planetas Tierra que sería necesario para apoyar a la humanidad de manera sostenible.
La huella ecológica se puede calcular a cualquier escala, ya sea una persona, una comunidad, una ciudad, una región, un país o de la humanidad en su conjunto. Las ciudades, debido a la concentración de la población, tienen grandes huellas ecológicas. Varias ONG ofrecen calculadoras de huella ecológica.
El cálculo de la huella ecológica de las zonas densamente pobladas, como una ciudad o un país pequeño con una población relativamente grande, por ejemplo, Nueva York y Singapur, pueden conducir a la percepción de estas poblaciones como "parasitaria".
Esto se debe a que estas comunidades tienen poco biocapacidad, Los críticos argumentan que se trata de una caracterización dudosa ya que los agricultores rurales mecanizados en los países desarrollados pueden fácilmente consumir más recursos que los habitantes urbanos, debido a los requisitos de transporte.
Por estos factores mencionados anteriormente, los críticos argumentan que la Huella sólo se puede aplicar a nivel mundial.
Las consecuencias son que el ciudadano promedio del mundo tiene una huella ecológica de aproximadamente 2,7 hectáreas globales promedio, mientras que sólo hay 2,1 hectáreas globales de terreno bioproductivo y agua por habitante en la tierra. Esto significa que la humanidad ya ha sobrepasado la biocapacidad mundial en un 30% y esto es un problema grave a futuro, por eso es hora de que cambiemos nuestra forma de vivir para que las generaciones venideras puedan vivir en un planeta sano.