No me digas que no es romántico, Luna llena, y además en San Valentín!
En la América colonial, la Luna Llena de Febrero, se conocía como Luna de Nieve, porque era una época en la que inmensas tormentas de nieve barrían la tierra. Para algunos era la Luna Avivadora, una época en la que la naturaleza volvía a despertar . A pesar de que pueden llegar a florecer los primeros azafranes de primavera, la mayoría de regiones está cubierta de nieve. Ahora es el momento de pedirle a la luna que nos ayude a realiza r cambios positivos en nuestra vida.
Igual que la naturaleza está preparada para despertar de su descanso hibernal, nosotros también podemos despertar para emprender un nuevo propósito o desempeñar una nueva profesión. En la Luna de Nieve es cuando deberíamos plantar nuestras "semillas" del cambio y luego dejar que echen raíces. Haz un plan ahora y cíñete a el. Todo es posible- una nueva profesión, volver a estudiar...- Tu decides.
En esta noche, anuncia tus intenciones mágicas a la Luna de Nieve. Como muestra de agradecimiento, enciende una vela violeta, y habla con ella.
Mientras la Tierra está envuelta de color blanco,
con un esplendor gélido, la Luna de Nieve vigila la noche.
Déjame realizar cambios, déjame volver a nacer,
ahora planto las semillas de la magia, me transformé.
James Kambos
Al igual que otros meses os comparto una meditación guiada de Agartam, que se realiza desde diferentes puntos del planeta y durante el plenilunio para potenciar el efecto de la meditación.
Este mes, el propósito es el de hacer nuestros sueños realidad.
Solemos pensar que desear no es lo mismo que lograr, que tenemos que realizar grandes esfuerzos para conseguir lo que anhelamos, que todo es muy difícil, que la suerte sólo acompaña a unos pocos afortunados? Sin embargo, la realidad es muy distinta.
Tenemos aquello que creemos que podemos tener. Logramos lo que consideramos que podemos lograr. Alcanzamos el éxito personal en proporción directa a nuestra autoconfianza. Cuando confío en mí soy capaz de lograr todo lo que desea mi corazón. El universo me apoya, me impulsa y me da fuerzas para que lo haga.
La voz del corazón es el único oráculo que necesito para avanzar en armonía conmigo mismo. Esa voz es mi vidente, mi tarotista, mi maestra y mi guía, porque en el corazón se encuentran las respuestas a todas las preguntas. Es la brújula que me ayuda a encontrar mi norte y el GPS que me muestra el rumbo. En él habita el alma, que conoce perfectamente lo que he venido a hacer aquí.
Cada persona viene a la Tierra con un plan de acción para su vida: aprender para evolucionar y evolucionar para ayudar al conjunto. Todos lo hacemos de maneras muy diversas. Los deseos que surgen del corazón son las señales que el alma envía para recordarnos ese plan de acción. Si queremos cumplirlo debemos confiar en que lo que sentimos es válido y dejar de pensar que existen personas más sabias que nosotros mismos para nuestra vida. La persona más sabia del mundo para mi propia vida soy yo mismo.
Además es necesario que creamos de verdad que el deseo que me pide el corazón es posible, que puedo lograrlo, porque, de lo contrario, estaré alejándolo de mí con mi capacidad creadora. Recordemos que creamos constantemente nuestra realidad con pensamientos, palabras y acciones.
Así, en tercer lugar, para lograr mis deseos, debo pasar a la acción, dar el primer paso hacia lo que siento que es mi verdad. Simplemente comenzar a caminar, con los recursos de los que dispongo hoy para llevarlo a cabo, sin obsesionarme por el resultado. Confiando en que el camino se irá abriendo ante mí, conforme vaya avanzando.
Este es el enlace del audio. *click aquí*
¿Qué mejor plan para la noche de los enamorados que dedicarnos tiempo a nosotros mismos, a revisar nuestros sueños y metas, a escucharnos...?
¿Te apuntas?
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