Hemos hablado de muchas mujeres que en su día hicieron historia, la mayoría de ellas todavía en vida, pero el caso de Henrietta Lacks es distinto: ella hizo historia una vez muerta.
Henrietta fue una afroamericana, de familia humilde, analfabeta y descendiente de esclavos. Murió en 1951 a causa de un cáncer de cuello de útero, y fue enterrada en una tumba sin lápida en algún lugar remoto de Virgina.
A pesar de la vida que tuvo, una vida marcada por la pobreza y las desgracias, tras su muerte salvó a millones de vidas gracias a sus células. Cuando Henrietta Lacks acudió al hospital por su tumor cancerígeno, ahí le recogieron unas muestras de sus células sin su permiso. Unas células que hoy en día siguen vivas y que se han reproducido a un ritmo tal que se calcula que han producido aproximadamente 50 toneladas métricas de materia celular.
¿Eso que significa? pues que por primera vez en la historia, se había conseguido mantener en cultivo continuo un tejido tumoral humano. Gracias a estas células conocidas como HeLa, se ha podido desarrollar la vacuna contra la polio, avanzar en campos como la clonación, el cáncer o el sida. Además también se pudo desarrollar el medicamento Herceptin@ contra el cáncer de mama.
La familia de Henrietta se enteró de la existencia de las células 20 años más tarde, después de aquella biopsia.
¿Qué os parece? ¿conocíais esta historia?
Fuente: xatakaciencia.com
Imagen: Fundación HeLa