Imagen: Unsplash
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que te cambiaste de móvil? ¿o desde que tu impresora dejó de funcionar de repente? Desde hace tiempo los aparatos eléctricos se estropean cada vez más rápido, si te ha pasado alguna vez eres víctima de la obsolescencia.
Desde la revolución industrial, las empresas necesitan vender para sobrevivir, y qué mejor manera que crear objetos o aparatos con una vida limitada desde fábrica. La frase "antes las cosas duraban más" es bastante cierta.
¿Qué es la obsolescencia?
Se llama obsolescencia a la planificación o programación de la vida útil de un producto o servicio de modo que –tras un período calculado por el fabricante o la empresa– dicho producto se torne obsoleto e inútil.
La primera vez que escuché hablar de obsolescencia fue al ver el documental "Comprar, tirar, comprar". En él hablan por ejemplo de las lámparas incandescentes, de cómo en el año 1924 las principales marcas productoras se pusieron de acuerdo para fabricar bombillas menos duraderas, simplemente para vender más.
Tipos de Obsolescencia
Obsolescencia funcional: es aquella que produce que un producto falle de manera premeditada por el fabricante. Es la que todos conocemos y la más fácil de detectar. Por ejemplo el caso de las impresoras que dejan de funcionar al cabo de 2000 copias o 3 años de vida.
Obsolescencia de diseño: es aquella que convierte el producto en obsoleto porque ya no está de moda. Un ejemplo es el caso de la ropa, en el que las grandes cadenas de fast fashion sacan nuevas colecciones cada 15 días y puede haber ropa que se deje de usar porque está pasada de moda pero no porque no se pueda usar.
Obsolescencia tecnológica: aquella que provoca que el aparato quede obsoleto y que la tecnología que lleva incorporada quede anticuada. Un ejemplo muy claro son los móviles, que en cuanto pasa un tiempo ya no puedes actualizar el sistema operativo por lo que el móvil queda desfasado, aunque el aparato funcione perfectamente.
Consecuencias de la obsolescencia programada en el medio ambiente
Abuso de los recursos naturales, como es el caso de los móviles, con consecuencias muy graves para las personas y el medio ambiente.
Aumento de los residuos: si cada año compramos aparatos electrónicos nuevos habría que preguntarse ¿a dónde van los residuos? ¿se reciclan? Se estima que para el 2017 el volumen de basura electrónica anual a escala mundial alcanzará la cifra de 65,4 millones de toneladas.
Contaminación del medio: nuestros sistemas de reciclaje no están preparados para esa gran cantidad de toneladas por lo que muchos de esos residuos se envían a países como Ghana, aunque esta práctica está prohibida, se envían como productos de segunda mano, aunque son productos no reutilizables y acaban abandonados por todo el país.
Cómo luchar contra la obsolescencia programada
Desde hace unos años han salido proyectos e iniciativas muy interesantes para evitar la obsolescencia, estos son algunos:
Sello ISSOP
Creado por la Fundación FENISS (Fundación Energía e Innovación Sostenible Sin Obsolescencia Programada). Esta certificación gratuita lucha contra la obsolescencia y promueve productos libres de ella. Las empresas participantes deben cumplir un decálogo de buenas prácticas y si cumplen podrán utilizar el logo de ISSOP que los identifica como organizaciones que se comprometen con la sostenibilidad.
Imagen: Amigos de la Tierra
Alargascencia
La ONG "Amigos de la Tierra" se ha inventado el término "alargascencia" y ha creado un directorio en el que recogen establecimientos que reparan y recuperan objetos, compran y venden de segunda mano, alquilan o hacen trueques.
Repair Café
Creado en 2009 en Amsterdam, el Repair Café es un lugar donde un día a la semana voluntarios se reúnen para arreglar objetos, desde juguetes a ropa. Hoy en día existen 750 Repair Cafés repartidos por todo el mundo. En España sólo hay uno por ahora en Madrid.
Imagen: Repair Cafe
Otras opciones
¡No lo tires repáralo! Iniciativas como Ifixit, guía de reparación gratuita para todo, son muy útiles para luchar contra la obsolescencia. Tampoco hay que olvidarse de las tiendas de recambios de toda la vida que por muy poco dinero tienen esa pieza que necesitamos.
No te dejes llevar por el marketing, piensa antes muy bien si de verdad necesitas tener un móvil último modelo y tirar el viejo. No te crees necesidades ficticias.
Y por supuesto, reutiliza todo lo que puedas, sé creativo y no tires sin pensar antes en darle un segundo uso a las cosas.
A partir de hoy, seremos un poco más conscientes de porqué se estropean nuestros móviles, neveras, planchas...e intentaremos buscarle solución. ¿Alguna idea?
¿Eres víctima de la obsolescencia? ¿Conoces alguna alternativa para luchar contra ella?
- Rut