3 octubre, 2014 | Filed under: Nutrición,Salud,Tops | Posted by: admin
Natural, fresco, saludable, libre de químicos, sin intervenciones y en temporada. Si la salud entra por la boca, entonces la comida orgánica es la elección más inteligente, preventiva y racional.
Hace un tiempo comenzamos a oír la palabra “orgánico”. Nos fijamos que más de un producto en el supermercado la colocaba en su etiqueta, y de pronto las redes sociales se inundaron con adeptos a este tipo de alimentación. Entonces, ¿qué hay detrás de todo este boom? ¿Se trata simplemente de una moda o, por el contrario, nos encontramos con la manera más eficaz de sacarle el máximo provecho a los nutrientes de los alimentos?
Los alimentos orgánicos son aquellos que en su producción no se utilizaron fertilizantes, pesticidas, hormonas o químicos en general. Tampoco en los suelos donde fueron cultivados. Con estas normas o modos se garantizan alimentos más saludable y naturales. El gran beneficio es que están absolutamente libres de residuos dañinos para la salud. Consumir orgánico es una apuesta segura para la salud.
¿POR QUÉ ELEGIR ORGÁNICO?
Hay un chiste popular que reza: “¿Hay algo peor que encontrarnos un gusano al morder una manzana? Sí, lo hay, morder una manzana y no encontrarlo…” Ojo, se trata de una metáfora para explicar que los insectos o el rastro de ellos en las frutas y hortalizas no es el fin del mundo. Por el contrario, son prueba viviente de que lo que nos estamos llevando a la boca es 100% puro.
Son muchos los que hoy en día debaten sobre si los alimentos orgánicos son más nutritivos que los convencionales. Ante tal planteamiento Estética y Salud se atreve a decir que sí lo son. Investigadores de la Universidad Washington State encontraron que las fresas cultivadas sin pesticidas producen ciertos tipos de fitoquímicos que ayudan a auto-controlar las pestes. Según un nuevo estudio, esos químicos incrementan el valor nutricional de las fresas. Pero aún hay más, esas mismas sustancias son las responsables del aroma y del color —lo que hace que los alimentos orgánicos tengan mejor sabor y mejor aroma.
El valor nutricional de los alimentos orgánicos no ha sido alterado con productos químicos o intervenciones genéticas. Giselle Orentas, conocida en las redes sociales como @LaVidaOrganica, con más de 18 mil adeptos en Instagram, explica: “hoy en día la deficiencia de vitaminas y minerales en el organismo se debe en parte a los alimentos genéticamente modificados”.
PENSANDO EN EL PLANETA
Más allá de los beneficios al cuerpo, los alimentos orgánicos aportan un sinfín de beneficios al medio ambiente. Este tipo de agricultura evita la contaminación del aire, agua y tierra. Promueve, asimismo, la conservación y ahorro del agua; respeta el balance natural del ecosistema; reduce el impacto en el medio ambiente e impele la biodiversidad de especies y cultivos, entre otros.
Comer orgánico no solo enciende nuestro interés ecológico sino también lo primitivo. Es decir: el tipo de alimentación que conocieron nuestros ancestros. Esta manera de hacer agricultura le devuelve un enorme valor a la población rural. Colma de dignidad y respecto al hombre de campo. Impulsa la economía de pequeñas fincas, campesinos y familias que viven de este negocio.
Además, se protege no solo la salud del consumidor, sino también la del agricultor, quien constantemente debe exponerse al contacto de productos químicos —que son sumamente dañinos para su salud. Los animales también se benefician de lugares menos artificiales, donde pueden vivir y criarse dignamente.